Ramón Ábalo
A punto de recordar y repudiar el genocidio instaurado el 24 de marzo del ‘76 - aunque la fecha infausta se puede apuntar en un calendario de 4 años antes – ese viernes 22, el tribunal oral y público No. 1 del juzgado federal de Mendoza capital, dio a conocer los fallos, resultado de las varias jornadas en que se juzgó a diez imputados por crímenes de lesa humanidad, Y pese a los intentos leguleyos de la defensa de los imputados, el tribunal oral no hizo lugar a una recusación contra los jueces Burad y González Macías, este presidente de dicho órgano. Las sentencias recayeron sobre quienes fueron imputados de delitos contra 23 víctimas, un niño secuestrado, un bebé con identidad robada, incluso por robo, o sea, el "botín de guerra".
Junto a los jueces Roberto Burad y Francisco N. Achával, el presidente del tribunal, González Macías dio a conocer las penas por los cuales Armando Osvaldo Fernández, Alcides París Francisca, Aldo Patrocinio Bruno, Ricardo Benjamín Miranda, Juan Augusto Oyarzábal, Juan Antonio Garibotte y Paulino Enrique Furió fueron condenados a prisión perpetua, mientras que Dardo Migno lo fue a 14 años, Ramón Angel Puebla a 18 años y Fernando Eugenio Morellato, a 5 años. Cinco de ellos, o sea Bruno, Fernández, Miranda, Morellato y Garibotte, fueron detenidos de inmediato y traslados a la penitenciaría provincial. A los demás se les mantiene le prisión domiciliaria, por sufrir problemas de salud, condición que será evaluada tras nuevas pericias médicas.
Rechazo de recusación
Antes de darse a conocer el veredicto, el tribunal y las partes se reunieron y se trató sobre el pedido de la defensa de Morellato pidiendo la recusación contra Burad y González Macías. Al no darse lugar a esa demanda se dio por entendido que esa intención de dilatar los tiempos y hasta echar por tierra el proceso, no correspondía en términos de derecho y fue desestimada por la cámara de casación penal horas antes de las sentencias, que fue lo que se dio a conocer este viernes aproximadamente a las 13:00.
Reparación de friso y placas recordatorias
También la mañana del viernes, los organismos y representantes del gobierno y una nutrida concurrencia, se reinauguró un friso artístico de material y placas con el nombre de los desaparecidos de Mendoza, que se levanta frente a los tribunales federales. Estos recordatorios fueron destruidos violentamente una madrugada del mes de noviembre pasado. Fue parte de una serie de atentados anónimos que se produjeron hace un tiempo, incluso con una pegatina de afiches con diatribas contra los organismos de derechos humanos y los abogados, especialmente contra Diego Lavado. Y claro, no había señales de procedencia, aunque no es difícil suponer a los culpables. O sea compinches y cómplices alimentando sus cobardías con la leche del anonimato.
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