domingo, 21 de abril de 2013

La clase media otra vez arranca mal, para el lado de los tomates

Emilio Marín

La clase media nutrió la protesta cacerolera. Fue en número importante, aunque inferior al de noviembre pasado. Desde el punto de vista político, parece repetir errores históricos, yendo hacia el lado equivocado.

En las concentraciones políticas se discute por sus contenidos pero también por los números.

En el momento de orgasmo opositor por el jueves 18A, los medios monopólicos cuantificaron en un millón de personas las que acudieron a cuestionar al gobierno. Tal exageración se comparaba con la anterior del 8N, cuando contaron 300.000 manifestantes. Según esa lente aumentada, había habido esta semana tres veces más de gente.

La conclusión primaria de tales aseveraciones es que cada vez más argentinos estarían en contra de Cristina Fernández. Faltó que dijeran: "¡marche una encuesta a la derecha, Poliarquía!".

En la otra punta del espectro, la agencia oficial de noticias Télam contó 178.000 asistentes, desmenuzados en 71.000 en Capital Federal, 45.000 en Buenos Aires y 62.000 en el resto del territorio. La concurrencia capitalina se basó en el cálculo de la policía federal y la del interior, en Clarín.

Al cronista le parecen más ajustadas esas cifras de Télam, que pudo corroborar personalmente en Córdoba. Allí hubo unos 15.000 caceroleros, en cotejo con los 40.000 que en noviembre había "medido" La Voz del Interior , que es Clarín.
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Suponiendo que Télam estuviera teñida de parcialidad (nunca tanta como la de Clarín y La Nación, que subieron hasta la estratósfera), y aun corrigiendo sus números para arriba, se podría suponer que el 18 A motorizó a algo más de 200.000 argentinos.

Es una cifra nada desdeñable, aunque muy lejos de las "multitudes multitudinarias", valga la redundante expresión de deseos opositora.

Lanata-Carrió
En política, la jornada no varió sustancialmente respecto a las de septiembre y noviembre del año pasado salvo en la aparición de los políticos opositores. El común denominador fue la crítica al gobierno, al que no le reconocen ninguna medida favorable. Así de liquidacionista es la gente que hizo ruido con lo que tenía a mano, al punto que no podía pensar ni expresarse normalmente.

Se repitieron los latiguillos de corrupción, inseguridad, atentado a la constitución y ataques a la prensa y la justicia, que supuestamente sería la razón de ser del gobierno nacional.

Las denuncias de Jorge Lanata, el domingo 14, contra el supuesto lavado de dinero y fuga de capitales del empresario Lázaro Báez calentaron la previa. Se sabe que doña Rosa es muy sensible a esas manijeadas de la tele y no pide pruebas sólidas antes de repetir con las vecinas estas verdades absolutas de la consistencia de un flan.

La movida cerraba con el discurso de Elisa Carrió: ante tanta corrupción de Báez, la presidenta presentó proyectos para liquidar la justicia independiente y asegurar la impunidad de su aliado, de ella misma y su esposo fallecido. Los tres, Lázaro, Cristina y Néstor, no cuentan los dólares mal habidos sino que los pesan, dirían en el chimentero programa de PPT.

Porque bajaron la línea al cacerolazo del jueves, la mayor gloria debería llevárselas el tándem Lanata-Carrió. Uno desde el púlpito levantado por Clarín y la otra desde su banca de catastrofista profesional.

Las crónicas registraron que uno y otra se llevaron las mayores ovaciones en la Plaza de Mayo. El "Gordo" pasó por allí en un auto y fue ovacionado. A la "Gorda" la recibieron como a una estrella. En el think thank (tanque de ideas) de Héctor Magnetto pueden estar analizando la posibilidad de una fórmula presidencial Lanata-Carrió. Quién sabe si no saca más votos que Hermes Binner en octubre de 2011, quien quedó 37 puntos debajo de la ganadora en primera vuelta...

CELS y Justicia Legítima
Puntualmente se agitó como bandera el supuesto atropello gubernamental a la justicia. En realidad los seis proyectos enviados por el ejecutivo al congreso y que ya cuentan con media sanción, no suponen un cambio cualitativo del poder judicial.

Habrá sí un avance en la democratización, con el ingreso a planta por concurso y sorteo, la publicidad de las declaraciones juradas de los magistrados, y el conocimiento del estado de las causas y fallos, etc.

Ese mismo sentido positivo tiene la ampliación de 13 a 19 del número de miembros del consejo de la magistratura, y la elección de los representantes de abogados, magistrados y académicos por voto de la población.

También será favorable que se descomprima la enorme cantidad de causas que procuran llegar a la corte suprema. Se crearán tres cámaras de casación: en lo laboral, administrativo y civil-comercial, que se sumarán a la ya existente de casación penal.

Finalmente, luce como positiva que se reglamenten aspectos de las medidas cautelares para que las corporaciones económicas y otros actores de gran influencia en tribunales, no logren fallos casi eternos que los favorecen.

En este último proyecto había algunos agujeros por donde podían colarse eventuales injusticias, cuando se tratara de cautelares interpuestas por particulares damnificados, en contra del estado, gobiernos locales o patronales. Ya estaban a salvo cuestiones que hacen a la alimentación, la vida y derechos personalísimos, pero los senadores del oficialismo escucharon las demandas del CELS de Horacio Verbitsky y aquellas lagunas quedaron colmadas.

"Justicia Legítima" que orientan la progresista procuradora Alejandra Gils Carbó, la defensora Stella Maris Córdoba y el fiscal Félix Pablo Crous, entre otros, también hizo llegar su aporte por escrito al senado, que fue atendido.

No se les cae una idea
De ese modo las iniciativas fueron sensiblemente mejoradas. Esa mejoría corrió por cuenta del Frente para la Victoria y aliados, que fueron a las comisiones y elaboraron un dictamen, escucharon al CELS y otras organizaciones, dieron quórum y debatieron, para finalmente aprobar los proyectos.

En cambio los senadores de la oposición boicotearon en las comisiones y no daban quórum. Ellos "debatieron" por TN . Con decir que uno de los pocos participativos fue el ex humorista Nito Artaza, de la UCR, y la peronista "federal" Sonia Escudero. Al resto no se les cae ni una idea...

Resultó sorprendente el nivel de desconocimiento y tergiversación de los caceroleros pero incluso de los senadores. Esto es inexcusable en los legisladores, algunos de los cuales daban la impresión de no haber leído lo que se estaba discutiendo.

Por ejemplo, un opositor se quejó que la reforma permitirá echar a un juez con mayoría simple de votos, repitiendo como el loro los clisés de Canal 13, Radio Mitre, Clarinete y Todo Negativo. El senador Miguel Pichetto, que no es santo de la devoción del cronista, lo corrigió: se prevé bajar a mayoría absoluta, mitad más uno de los votos, para elegir o pedir la destitución de un magistrado. Para destituirlo, ya en el Jury, harán falta -como hasta ahora- los dos tercios. El desinformado, o algo peor, tuvo que meter violín en bolsa...

Analfabeta política
Los debates no son puramente jurídicos ni parlamentarios sino ante todo políticos, cruzados por los datos de la realidad.

En medio de los preparativos del cacerolazo se conoció el fallo de la sala 1 de la cámara civil y comercial, sobre la ley de medios. Como se suponía, favoreció a Clarín, declarando inconstitucional buena parte del artículo 45 que limita la cantidad de licencias de cada grupo empresario. Feliz, su socio de "Gaceta Ganadera" comentó que con esa resolución judicial el monopolio solo debería desprenderse de una radio AM de las 11 licencias que tiene de ese tipo. Los dos centenares de cables, en cambio, verdadera fortuna del monopolio, vía Cablevisión, fueron blanqueados por esa cámara.

Ese fallo debería hacer reflexionar a la gente: no es un invento K que existen amplios sectores tribunalicios colonizados por las corporaciones. Por algo, en sintonía con el cacerolazo, la Asociación Empresaria Argentina, donde se nuclean los monopolios como Arcor, Acindar, Techint y Clarín, publicó solicitadas en contra de la democratización judicial. Lo mismo hizo la Sociedad Rural.

Desoyendo esos claros mensajes del establishment, buena parte de la clase media, se sumó alegremente al carnaval antikirchnerista.

Esa clase no aprende. En estos diez años mejoró su situación económica, social y cultural, con más derechos, según marcan las encuestas del país y organismos internacionales. Pero enjuicia al gobierno como el peor de todos.

Parece no tener compostura. En 1976 pedía "orden" a cualquier precio y vinieron Videla y Martínez de Hoz a imponérselo al país y de rebote también a la clase media. Les desaparecieron sus hijos. Luego se comió el amague de la dolarización, el uno a uno y la modernización menemo-cavallista. Les desocuparon a sus hijos y nietos. Más tarde se entusiasmó con la Alianza y ésta los empobreció, incautándoles sus ahorros con el corralito.

Ahora convierte en héroes a políticos como Mauricio Macri, Carrió, Bullrich, De Narváez, Momo Venegas y otros responsables de tantas crisis, privatizaciones, endeudamiento, ajustes y represión.

Decididamente esa porción de la clase media no aprende. Es, como escribió el dramaturgo alemán Bertolt Brecht, un analfabeto político. El peor analfabeto, aunque sea doctor, profesor, sociólogo, comerciante o productor, porque confunde a amigos con enemigos.

La Arena 21 – 04 – 13

La Quinta Pata

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