Ramón Ábalo
Hoy domingo 21 de abril del 2013, el 84° aniversario del nacimiento de la poesía menduca, huarpe, americana y universal con Armando Tejada Gómez. En mis manos un ejemplar de “Pachamama”, el primer libro, posta primera de un itinerario creativo genial. Está dedicado a mi madre, y con orgullo lo transcribo:
"A mamá Abalos [Sic], a través de Ramón, con quien hemos andado luchando por no morir del todo y también por dejar una verdad sobre la tierra. Este es el primer fruto que le dedico con el mismo amor que a mi madre. Armando – Mendoza, Abril 1955”.
De Pachamama, uno de sus poemas como recordación al hombre, al poeta, el luchador. Al amigo:
Estaba.
Era anterior.
Como fuego y no solo como fuego,
fémur como camino,
costillas como abrazos,
esternón donde estaba el temor como un hueso,
un alarido solo,
tal vez,
primera carne animal y pesada,
sobre lo que ya estaba anterior,
bruscamente:
desde cuando la tierra se ensanchaba, girando
por entre torsos ígneos
con triunfos de volcanes, cráteres, cordilleras
violentas como espaldas.
Tal vez ya peguntando por la hierba y el agua
Estaba.
Era anterior.
En palabras del Armando, su ideario: "Escribí Pachamama, poemas de la tierra y el origen, cosmogonía americana del Universo. Entre las consejas de los mayores y de los indios huarpes, de los que yo provengo y de las reuniones de fogón, aprendí la cultura americana porque no frecuenté aulas. Aprendí la voz popular, en la que creíamos".
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