domingo, 19 de mayo de 2013

Enamorados de tus monstruos

Andrea Stefanoni - Luis Mey

Buenos Aires, mayo de 2013
Querida Aurora:
Empecé a escribir por envidia. Envidiando lo que otros habían escrito. Queriendo ser ellos, aun robándoles. Yo no disfrutaba de la lectura, tampoco. Yo la odiaba, pero no podía evitarla. Y amaba a los que escribían de verdad, pero esos eran pocos. Uno, alguna vez. Otro. Después otro. Nunca pasaron de cinco; y entre los cinco, alguno podía quedar afuera. Eso siempre fue así: la búsqueda de uno más. Un autor o un libro, al menos. Uno solo. Para sumar aquello que no fuera lo otro: la lectura a labio quebrado. No tenía nada que ver con los lectores: yo leía para no ser ellos. Para refutarlos. Pero había pocos ejemplos. Siempre será así, creo.


Ahora hablo de finales del dos mil once. Trabajando entre anaqueles, ordenando, recibiendo las novedades de las editoriales de todo el mundo en El Ateneo Grand Splendid, una cajera me propuso un libro. Este te va a gustar, dijo. Los cajeros no leen, son una raza aparte. O leen porquerías. Yo no estaba para que una cajera me dijera lo que tenía que leer. No lo había logrado nadie. Ni los folletos de Anagrama ni los comentarios de los suplementos culturales. Y, como no puede ser de otra manera, se lo rechacé como se rechazan estas cosas: diciéndole que lo leería.
Ese libro, por supuesto, era Las primas.
Ese libro quedó ahí. En el desorden de mi escritorio. No se movió. Y nadie se animó a tocarlo. Un día cualquiera, lo agarré. Al otro día, pensé en el caos. Ese libro me lo había recomendado una cajera. Prejuicios: fui y se lo agradecí. ¨tardaste mucho¨, me respondió. Y tenía razón. Ni quiero pensar en la cantidad de veces que me dijeron que haga algo y yo respondí igual pero nunca accedí. Tengo la furia de la liliputense y no puedo detenerla. Esta vez, lo sé, pegué un pleno en Las Vegas. Di con Las primas. Pero la gente es gente y eso no cambia. Lo que no me va a quitar jamás la alegría de haber sumado uno al grupo de los cinco autores que me costó toda la vida juntar. Supuestamente, con las lecturas de tus otros textos, ya eras la sexta de la lista, Aurora. Pero creo que saqué a Boris Vian o a Bukowski. Así que siguen siendo cinco.
Como dice aquella frase: ¨tengo una biblioteca inmensa. Tengo, por lo menos, quince libros¨.
Uno de ellos es Las primas.
Gracias.

La Quinta Pata

No hay comentarios :

Publicar un comentario