La disputa por el agua en el departamento de Lavalle

Franco D´Amelio y Jorge Ábalo

El agua, un tema emblemático dentro del departamento, vuelve a ser noticia por la disconformidad de algunos productores frente a la canalización del arroyo Tulumaya en Lagunas del Rosario.

La obra iniciada a fines del año pasado y recientemente inaugurada (de forma parcial) tiene como fin hacer llegar más agua de riego hacia el norte de Lavalle específicamente al distrito de Lagunas del Rosario. Esta iniciativa que demanda una gran inversión estatal cuenta con el apoyo de la superintendencia del departamento general de irrigación, del gobernador Francisco Pérez y por supuesto del ejecutivo municipal.

Sin embargo las obras sobre el lecho del arroyo Tulumaya que actualmente se encuentran cerca del Camino Los Huarpes han despertado fuertes críticas por parte de algunos productores agrícolas de zonas al sur de Lagunas del Rosario. En ellas productores de las distintas zonas se han quejado ante la oficina de inspección de causes de la cuarta zona de riego por la reducción de turnos de agua para llevarla hacia Lagunas. Sostienen que “es agua que se pierde… nunca va a llegar a Lagunas del Rosario… sólo la aprovechan los puesteros que nunca han pagado nada…”.

El vicepresidente de inspección de cauces de esta zona, José Ortiz, aseguró al periódico El despertador de Lavalle, haber recepcionado estos reclamos y corroboró que efectivamente esta situación era real. Si bien recalcó que este tipo de decisiones están por encima de su injerencia aseguró que a partir de esta semana se regularizarían los turnos de agua.

Por otra parte, Gerardo Vaquer, actual subsecretario de obras de la provincia, sostuvo también al periódico local que lo que se ha planteado es “delegar un poco de agua hacia aquellos lugares en los cuales también hay producción” y agregó “el tema pasa en primer lugar, porque hay que saber de historia para elevar y hacer las críticas, hay que ser solidarios, ya que no estamos hablando de siempre, es una vez al año, cuando están en la temporada corta de invierno”.
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Frente a los recortes que han venido habiendo, y que se han agudizado en las últimas épocas, Vaquer fue claro: “la cantidad de agua depende de las nieves en la montaña, y los humedales muchas veces han sido afectados por las regulaciones de las personas, cuántas veces sobraba el agua porque había mucha nieve y se largaba hacia aquellos parajes, y se producían inundaciones, y también vivía gente”. “Y cuando no hay agua, se producen unas sequías terribles”, y finalizó: “no estamos hablando de grandes cantidades, sino de algunas cantidades en esta época”.

Prejuicios y robo de agua
Pareciera que para algunos, llevar agua al secano es un despropósito, “eso es política”, “para qué, sino pagan nada”, se escuchó decir a algunos grandes productores, en referencia a los puesteros de la zona. A esa opinión, también le siguieron, las opiniones de los más pequeños, que quejándose de la actitud de los que sustraen agua, pretenden que les llegue a ellos, y no al secano.

En ese sentido, se lo consultó al funcionario de irrigación también sobre supuestas denuncias a conocidos productores agrícolas por robo de aguas del canal Tulumaya las cuales produjeron el año pasado mermas en la cantidad del preciado líquido que llegaba hacia las tierras del norte departamental. Dichas demandas que ameritaron en 2012 una inspección por parte del departamento general de irrigación vincularon a conocidos propietarios como Roberto Manrique, Eduardo y Raúl Santiago y al también empresario de transportes Oscar Parlanti, entre otros. A todos ellos se les imputó la irregularidad de tomar aguas del canal en cuestión por medio de construcciones ilegales, las cuales fueron destruidas luego de aquella inspección según afirmó José Ortiz.

La Quinta Pata