Todo el avispero electoral contra Cobos

Ramón Ábalo

La cancha electoral se le pone pesada a Cobos en su intento de ser diputado nacional. En la carrera los resfalones le dejan rasguños visibles. Resfalones que paradojalmente devienen de adversarios de su propio tronco, como lo son el ex-gobernador radical y medio padre putativo que fue de Cobos, o sea el Mula Iglesias y, además, el Viti Fayad, también radical él e intendente de la Capital. Ambos le tiran duro y con acierto, lo que significa que viene perdiendo algunos puntos desde hace unos días a esta parte. Puntos que le pronostican un bajón en las encuestas, aún en las más dóciles al mismo Cleto.

El ex medio que largó en punta y con mucha fuerza, con algunos cuerpos de ventaja sobre la tripleta Abraham, Félix y Tatiana Mussato, del frente para la victoria, el que hasta el momento no presenta fisura alguna en su interior, no obstante algunas desavenencias entre caciques en las previas de hace un par de meses. Y así como las heridas leves cierran enseguida, el peronismo en general (justicialistas, kirchnerismo y aliados) de inmediato cerraron filas y así se muestran desde la misma línea de largada. Inclusive una embestida radical por el cupo de la mujer, que en este caso reclamaban el segundo puesto para Tatiana Mussato, alegando que no corresponde que vaya en el tercero, la justicia electoral ha ratificado la decisión peronista como un punto más en contra del cobismo, aunque también Iglesias y Fayad hicieron lo mismo. Pero, no quedaron dudas, que fue más que nada una cuestión formal de éstos. Valga la paradoja.
Paradoja, porque indudablemente que la dupla Iglesias-Fayad tiene más aceitadas las espadas para enfrentar al ex-vice, todos de viejo cuño radicheta. Lo más seguro es que se repartan entre los demócratas, o sea Aguinaga y Rosales; Montbrun, socialismo; Cassia, justicialismo federal; y Gutiérrez, ex-ganso y amigo-socio de la Lilita.

Con lo que se considera una buena táctica, el justicialismo no se ha dedicado a echar leña al fuego radical, con excepción del mismo Paco Pérez que salió a darle con todo a Cobos, pero en los últimos días ha bajado totalmente el tono. Como decía un radical de base y enojado con los líderes, cuando los gatos se pelean, los ratones aprovechan, y se comen el queso.
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La sabiduría popular también dice que no hay peor astilla que la del mismo palo: lo de Cobos vs. Iglesias-Fayad tiene ese tufillo. Peor, porque los cascotazos tienen razón de ser, por ejemplo de Fayad, los concretos, conocidos y menos desmentidos por el acusado es aquello de la retroactividad de unos 700.000 pesos como ex-vice presidente que fue, y una jubilación de privilegio que ronda los 40.000 moneda nacional mensuales, lo que para gran parte del electorado le parece una barbaridad. Y esto ha horadado el buen humor de muchos adherentes, no radicales, que eran los que apuntalaban los buenos números que aparecían en las encuestas. Además le tiraron también con aquello de la traición primera al radicalismo, después al kirchnerismo, y a su alianza con lo peor de la derecha, o sea con la sociedad rural, por lo que se renuevan también las diatribas, y aquello de que "mi voto no es positivo", que le habría proporcionado un buen dividendo.

Por ahora los contendientes -Cobos vs. Abraham- están cabeza a cabeza, con más optimismo en la popular peronista, que puede convertirse en ventaja en la línea de llegada. Un par de situaciones que se pueden dar, como es la homogeneidad política de la estructura local y las políticas nacionales. Pese a algunos tropezones en el entramado cristinista, como la del general jefe del ejército, es posible esperar decisiones impactantes en las proximidades de los tiempos definitorios.

La Quinta Pata