domingo, 8 de septiembre de 2013

Siria: con las oraciones no basta

Ramón Ábalo

El mundo está conmovido por la situación en Siria, país y pueblo que están derramando su sangre por la acción depredatoria del imperialismo yanqui y sus socios europeos.

La historia se repite desde aquel Irak "de las armas de destrucción masiva", pasando por Afganistán y Libia, y ahora por la destrucción de Siria, que se va a concretar por decisión del Premio Nobel de la Paz y afroamericano, Barack Obama, con la complicidad y beneplácito del estado facista de Israel. Es que el capitalismo salvaje, en plena decadencia, no va a tener miramientos para asegurarse una región que aún es el reservorio energético -petróleo y gas- más importante del mundo. Va una tercera, o cuarta, guerra mundial mientras universalmente los pueblos anhelan y exigen la paz. Así, el pueblo argentino y el mendocino.

La comunidad árabe de Mendoza, realizó un acto este viernes pasado en Rivadavia y Mitre, de ciudad, para exigir la paz en ese país. Fue un acto ecuménico, por lo que se resaltó la exigencia de paz en tono de rogativa a Dios, como único medio para el logro de evitar la tragedia. Con igual propósito, el sábado pasado y, como reflejo de lo que el Papa Francisco va a protagonizar en el Vaticano, la iglesia católica aquí en Mendoza repitió el coro de oraciones rogativas en la Iglesia de los jesuitas.

Católicos y no católicos llenaron la amplia nave, mientras Obama y sus secuaces ponían a punto "de caramelo" misiles, aviones y tropas para concretar el cometido genocidio, una vez más. Ya se sabe, en la agenda rogativa del catolicismo está también la paternidad de los milagros. Si se evita este nuevo holocausto de un pueblo, de una región, de una nacionalidad y una raza, habrá sido un milagro por la gracia de Dios. Y si no, un condigno castigo por los pecados de los hombres.

Tal vez a los mendocinos nos toque en el reparto por tanta existencia pecaminosa, las iras del Patrón Santiago. Se nos moverá el piso y nuestras almas contritas elevarán las miradas al cielo en busca de respuesta. Pero esa respuesta está aquí en la tierra. En Obama, que está obsesionado por Siria. En la política, donde a veces es mejor un dirigente honesto de la derecha que un seudo progresista que juega para la derecha con un discurso de izquierda. Algo que también sucedió en la Argentina, por ejemplo, con el gobierno de la Alianza, que fue tan neoliberal como de Menem. O de la ultraizquierda, o progres radicales, justicialistas, socialistas, apoyando las políticas neoliberales, criticando con aurea desestabilizadora al gobierno, prendidos a los faldones de la Sociedad Rural, las corporaciones y la embajada de Estados Unidos.

El reivindicador de su raza, el progresista por sangre, Obama, se suponía que llegaba a la presidencia yanqui para poner fin a la guerra con Irak y Afganistán, pero al contrario, las tropas yanquis se desparraman por todo el planeta y van a penetrar en Siria por la presión de sus aliados en Arabia Saudita, en la guerra de recuperación de espacios tras el fin de la guerra fría.

Ni siquiera hay originalidad en los métodos, procedimientos y argumentos, como ese falso progresismo, como son los discursos de los grandes medios de prensa que abrevan en lo más sucio de los bebederos ideológicos del sistema, como fue aquella del facismo y el nazismo. Pero aún así es tan efectivo el mecanismo que a nadie se le ocurre hacerse las preguntas más elementales. Por ejemplo que ante el atropello imperialista ni en Irak ni en Libia, al igual que ahora en Siria, no existían oposiciones fuertes, pero de repente aparecieron ejércitos enteros armados, uniformados y bien alimentados, llamados "libre” o "democráticos" o de "oposición". No se trata de grupos menores o de guerrillas, que son oposiciones genuinas. Nadie se pregunta quién financia esos ejércitos, cómo es que se arman hasta con elementos de última generación, misiles, radares, medios de comunicación.

Primero esa oposición demoniza al gobierno desde lo ético afirmando que es corrupto y ladrón de los fondos públicos y, desde lo político, que es intolerante, personalista, antidemocrático. Y entonces aparece la desazón y la inhibición de la racionalidad. Pero si rompemos esa muralla del entendimiento y observemos con mirada más profunda e inquieta a lo que parece insondable e insoluble, podríamos vislumbrar que aquí en la tierra encontramos las herramientas que nos pueden guiar en la obtención de la paz. Muy simple, aparentemente, en el marco de la unidad de los pueblos que realmente quieren, anhelan y exige la paz como parte de la dignidad que merece como seres humanos. Pero es un camino difícil que se enmarca en curvas y precipicios. El enemigo, reiteramos, es poderoso y no se rendirá así nomás. Hasta puede hacer trizas al mundo, hacer desaparecer la vida del planeta, y al mismo planeta. Los mensajes que le hace llegar el resto del mundo, lo tiene a mal traer y por eso es más peligroso. Pierde terreno y sabe del ocaso de su poder. Y se siente herido, y como la bestia, es más peligroso.

Y no estamos, los argentinos, los latinoamericanos, lejos de las ambiciones de ese poder hegemónico que nos tiene a tiro de zarpazos. A punto de perdernos como el patio trasero que éramos hasta hace unos años, no nos ha borrado de la agenda depredatoria. Por el contrario, lentamente sigue avanzando y da señales de aquel "destino manifiesto" sobre el que se funda la Nación, o sea predestinada a manejar todos los hilos del mundo, las marionetas de sus dominios.

Las señales son concretas cuando relanza "su preocupación" por una supuesta base del "terrorismo" en la llamada triple frontera, o sea la que existe entre Argentina, Brasil y Paraguay, superficie que cubre en sus entrañas uno de los acuíferos más grandes del mundo. Siendo ello, lo de la superficie del acuífero, la maniobra está en considerarla como base terrorista.

No somos de ningún culto pero nos sumamos a esas plegarias por la paz, como las que levantó el Papa Francisco la tarde del sábado. Pero -y no es un decir capcioso ni fuera de lo racional- ¿Si este compatriota en tan alto trono fuera al centro de Siria, hiciera sus oraciones y se convirtiera en escudo humano?

La Quinta Pata

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