Roberto Vélez
El candidato a diputado nacional por el Partido Demócrata, Rosales, muestra a diario su nerviosismo.
Las mediciones electorales, (pese a que aparecen los candidatos juntos para aparentar fortaleza y unidad) indican un derrumbe no casual.
Hace unas semanas, con el objeto de denostar la alternativa electoral del frente de izquierda, jóvenes no tan jóvenes, recordaron a Fidel y a la provincia de Córdoba.
Ahora el crecimiento de Del Caño, se lo adjudican al diario Los Andes. Y por ende a Clarín.
Lo cierto es que se les diluye aquella pretensión de constituirse en opción al kirchnerismo. Y que salvo afiches que reflejan histeria electoral… de oposición poco y nada.
Ni la práctica provincial, ni la de los departamentos en donde tienen representación.
Y como para muestra basta un botón, recordemos el acompañamiento a Jaque (vía Aguinaga-Rico) en lo que a seguridad respecta.
Pero a propósito de Rosales, es bueno memorizar acerca del rol del Partido Demócrata en la represión. Y en particular en la Universidad Nacional de Cuyo.
Centenares de integrantes de sus claustros fueron perseguidos: expulsados, cesanteados, apresados, torturados, saqueados y asesinados.
En esta tarea hubo militares y civiles. Entre otros Guillermo Alfredo Pose: colaborador civil de todas las dictaduras. Siendo secretario general firmó las sanciones junto al aeronáutico Héctor Eduardo Ruiz. En el año 1994 fue convencional constituyente por el PD.
A su sucesor, otro represor, el civil Pedro Santos Martínez, Rosales públicamente le manifestó su identificación.
El candidato debiera serenarse. Y dejar de hablar pavadas preanunciadoras de la debacle que se les avecina.
Y además, debiera dejar de dar lecciones democráticas.
Ni su partido, ni sus amistades, ni su conducta lo habilitan para tal cometido.
Roberto Vélez
FORJA
No hay comentarios :
Publicar un comentario