Ramón Ábalo
Oficialmente se anunció que a partir de mañana lunes se reiniciarán los juicios contra los genocidas aquí en Mendoza. Es decir, a algo más de ocho meses de silencio desde que en marzo del corriente se dió término a la segunda tanda -o juicio- se recomienza con la obvia expectativa de las víctimas, de los familiares, de los organismos y de gran parte de la comunidad menduca.
Se comienza con la causa contra el genocida Enrique Gómez Saá en la que Roberto Vélez, Oscar Guidone y Martín Lecea, son denunciantes y querellantes contra uno de los más empinados represores que campearon impunemente por estos lados. Fue jefe de Inteligencia del Comando VIII de Infantería de Montaña, es decir, el que marcaba a quienes se debían convertir en víctimas, ya sea asesinándolos, torturándolos, violando y haciéndolos desaparecer, la mayoría jóvenes trabajadores y estudiantes.
Al respecto de este recomienzo de los juicios, los organismos han hecho un gran esfuerzo en el sentido de que sea una megajuicio con algo así con unas 40 causas, todas ellas integradas en un todo, con más de 100 implicados, otro tanto de testigos. Incluso las causas en que están implicados los ex-jueces Romano, Miret, Guzzo, Carrizo y Petra Fernández. Aquella de Gómez Saá daría lugar, una vez terminada, según se calcula, en diciembre, a que siga el juicio en febrero con esa megacausa. Esta ha sido la gestión de los organismo durante estos ocho meses transcurridos, entendiendo que esos tiempos que transcurren en silencio, son tiempos que se convierten en impunidad.
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