domingo, 27 de abril de 2014

La contradicción como costumbre

Este martes se retomó la audiencia tras los rumores de que el excamarista Luis Miret no declararía. Está siendo procesado por la omisión de 33 casos y 18 privaciones ilegítimas de la libertad. Pidió su absolución afirmando inocencia.

La audiencia de este martes estuvo protagonizada por las declaraciones del exfiscal Luis Miret, quien afirmó que cumple un deber moral a la vez que un derecho procesal. Además dijo, “pido la absolución en esta causa porque considero que soy inocente”. Argumentó su solicitud expresando que el relato acerca del conocimiento que los ocho magistrados tenían del plan sistemático perpetrado por la dictadura es un relato falso. Dijo que ha sido “un relato inteligentemente armado”. Miret confirmó su rechazo a las imputaciones por ser erradas y negó la presunta “asociación ilícita” con los demás magistrados y con la Policía Federal. A su favor resaltó el hecho de haber dictado prisión preventiva a Santuccione (en los hechos relacionados con el atentado al juez Oscar Agüero), Sánchez Camargo, París Francisca, Lépori y Maradona, y advirtió que hay que hacer una distinción entre complicidad y “simples omisiones”.

Un hecho a destacar sobre la jornada es que a pesar de que el presidente del Tribunal ordenó que las declaraciones se escucharan sin la presencia de los demás imputados, Pablo Salinas –querellante por el MEDH- llamó la atención acerca de que Petra Recabarren había permanecido en la sala durante toda la primera parte de la audiencia, hecho que provocó la solicitud expresa a Petra de retirarse por parte del Tribunal.

De victimario a víctima

Al regreso del cuarto intermedio, Miret denunció ante el Tribunal una “cierta” manipulación política en la causa ya que de los ocho magistrados investigados sólo cinco quedaron para ser procesados (Romano, Petra Recabarren, Carrizo, Guzzo, Miret). En cuanto a los otros tres excluidos, por no haber mérito suficiente para llevarlos a juicio, según la opinión de Miret, “han sido bien excluidos” (Ernesto Peñaloza, Carlos Fuego, Edgardo Díaz Araujo). Para argumentar la manipulación política de la que ha sido víctima explicó que el objetivo eran él y Romano, pero que no se podía llevar adelante el caso sin incluir al otro defensor, el ex juez federal Petra Recabarren y al ex juez Guzzo, y agregó que “Carrizo no nos interesa mucho políticamente, pero que venga a sacar a tres fiscales”.

De contradicciones, sumarios y negaciones

Durante la testimonial, el ex juez, nunca admitió haber colaborado en el plan sistemático de la dictadura y sus respuestas más recurrentes fueron: “hace 40 años”, “no tengo pruebas”, “sospechaba que la policía era premiada de acuerdo a resultados”, “la policía planta para hacer méritos, ocurre aquí y en Estados Unidos”, “hacíamos lo que podíamos”.

Con respecto a la denuncia de torturas, Miret dijo que se trataba de “malos tratos” “empujones”: “torturas para obtener declaraciones no me tocó”, “el caso de encapuchados, ‘lo decían ellos’”. Ante la pregunta de si en el marco democrático este tipo de procedimientos se puede realizar, el excamarista señaló que “hay procedimientos policiales que repugnan a mi sentimiento liberal. Tanto en el ‘75, como en el ‘76 debía pensar… ¿qué hago ahora?… no voy a hacer un sumario porque venga un detenido tabicado”.

En el transcurso de la indagatoria Miret remarcó que después de 40 años no podía caracterizar ni al D2 ni a la Policía Federal. En este sentido puntualizó: “el D2 era el Palacio Policial y yo no tenía nada en su contra. Tomé conocimiento a través de actas, testimonios, la declaración indagatoria de la mujercita Luz Faingold… di orden de que no estuviera en el D2 ni se la dieran a la madre. La mandamos a unas monjitas”. De la lectura de la declaración previa de Miret se desprende que para el exmagistrado Luz Faingold era un sujeto de gran peligrosidad y se indicaba que los padres no tenían control, eran separados y debían tomarse severas medidas tutelares. Miret recomendaba mantener su detención preventiva en la Dirección del Menor.

Sobre el final de la audiencia Miret dijo no conocer personalmente a Santuccione, al que le pidió telefónicamente que investigara el hecho de la bomba en el auto del juez Agüero, no recordar a Oscar Penocchio (Jefe de Policía Federal) ni a Luis Sope (Comisario Regional), que tampoco se reunió con Sánchez Camargo aunque es posible que hablara con él porque algunos se acercaban a las oficinas. Negó asimismo conocer o hablar con Oyarzábal o Miranda. Sí admitió conocer a un comisario cuando él fue secretario, a raíz de un contrabando, pero no tiene presente su nombre.

La Dra. Beigel, por la querella del MEDH, le preguntó si visitaba a sus defendidos en el lugar de detención. Miret aseguró que sólo hablaba con ellos en el juzgado. Previamente estaba la orden de incomunicación y que no siempre estaba presente durante las indagatorias porque se hacían simultáneamente para varios de los detenidos, “yo no tenía despacho ni tiempo”, concluyó.

Las audiencias continúan el lunes 28 de abril a las 9.30hs.

FUENTE: http://juiciosmendoza.wordpress.com/category/cronicas-del-juicio/cronicas-al-dia/

La Quinta Pata

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