domingo, 25 de mayo de 2014

Del pasado reciente en Mendoza II

Eduardo Paganini (baulero)

Proseguimos con la edición del artículo presentado en nuestra anterior entrega de EL BAÚL (se sugiere su previa lectura para interiorizarse del clima social vigente) vinculado con la visita del entonces Secretario General de la OEA, Alejandro Orfila y con inesperadas visitas que recibe en el agasajo local de Junín que se le estaba agraciando y que explican el título original del texto.

Hasta los periodistas se habían relajado, agotados ya los rollos de película de sus máquinas cuando silenciosamente, mientras el viento mecía las hojas parsimoniosamente con un arrullo, se acercó hasta donde estaba el doctor Orfila el Vicario Capitular de la Arquidiócesis de Mendoza, monseñor Rafael Rey, y le dijo quedamente:

—Doctor Orfila, hay cuatro jóvenes que lo quieren ver...
Sin pensarlo dos veces, el diplomático contestó:
—Bueno, dígales que pasen.

Tanto este hecho, como los posteriores que seguirían, pasaron desapercibidos porque como decimos, la gran mayoría de los periodistas había bajado la guardia pensando que nada podía suceder.

Cuando aparecieron los “cuatro jóvenes”, alguno miró extrañado. Es que los recién llegados eran Rodolfo “Chango” Díaz, Armando José Caramazza, Ismael Yurie (ex intendente de San Martín) y Juan Carlos Mazzon, colaboradores del doctor José Carlos Motta en la intervención del partido Justicialista.

El doctor Orfila se encontraba junto a la pileta de natación, y la presentación que hicieron fue la siguiente:

—Doctor, somos dirigentes del partido Justicialista, y deseamos conversar algunas palabras con usted… en privado.

En realidad, en esos instantes no había nadie escuchándolos, puesto que eran muchos los que se habían acercado al diplomático. Uno de los presentes, desconociendo quiénes eran los interlocutores, se acercó y le pidió al doctor Orfila que le dejara obtener una foto suya. Los dirigentes justicialista suplicaron:

—Por favor, déjennos hablar un momento en privado con él.

Y para obtener mayor intimidad, los cinco (incluido el doctor Orfila) descendieron la pequeña loma en que estaba ubicada la pileta, y se quedaron conversando en un discreto, camino lateral durante unos diez minutos.

* * * * * * * * * * *

¿Y qué fue lo que hablaron los justicialistas con el secretario general de la OEA? La reconstrucción de ese diálogo en verdad solamente puede considerarse parcial, ya que necesitaríamos haber contado con la palabra del doctor Orfila. Pero luego del asado, cuando la hora se presta a las confidencias en ese bucólico parque de la casona de los Orfila, abordamos a “Chango” Díaz, quien pidió especialmente que no le pusiéramos el apodo, sino su nombre y al “gordo” Caramazza, junto a Yurie y Mazzon, los cuales permanecían juntos, como tratando de protegerse en medio de tantos invitados que estaban más bien del lado conservador que del de las efusiones masivas del tipo populista. Y un poco así obtuvimos la versión justicialista de esa conversación. El resultado final puede sintetizarse en que los dirigentes le recordaron al doctor Orfila los tiempos en que se desempeñaba como embajador en Washington, designado por el ex canciller Vignes, en la época de Perón. Lo felicitaron además por su reelección, dejando traslucir que el resultado de hoy se inició con la designación de ayer, aquella época del peronismo. El relato pierde luego coherencia, porque pareciera que hay una parte que no tuvieron intención de dar a conocer al periodista, y continúa con lo que expusieron. Conforme a sus expresiones, plantearon que la democracia de América depende del destino de la democracia en la Argentina. Se ignora lo que contestó el diplomático a esto. Siguieron luego señalando su carácter de representantes del ex partido Justicialista (también se ignora si Orfila les preguntó cómo habían obtenido tal representatividad), y le informaron que iban a efectuar una gira por distintos países de América para establecer contactos con sectores democráticos. Esta gira justicialista debe terminar en Washington, y fue aquí donde le pidieron al doctor Orfila una entrevista, para ese entonces como secretario general de la OEA.

No quedó luego muy en claro para este periodista el objetivo final de la cosa, pero del conjunto de medias conversaciones se puede graficar la cuestión como que los justicialistas mendocinos emprenderían una especie de raid político, hasta la meta final que es Washington. En particular, esta meta sería la Organización de Estados Americanos, aprovechando que está al frente de ella el doctor Orfila. Una vez los políticos llegados a su punto culminante, existiría la idea de utilizar esa tribuna mundial que es la OEA, para exponer un pensamiento que tendría la ambición de ser americanista, nacional, popular y cristiano. No quedó tampoco muy en claro para el periodista cual sería el pensamiento o serie de pensamientos a exponer. Ni tampoco lo que respondió el doctor Orfila, aunque es probable que les haya proporcionado su dirección en Washington y la promesa de recibirlos cuando arribaran finalmente.

* * * * * * * * * * *

Algún tiempo después, unos tres días, los mismos dirigentes informaron en forma “extraoficial” a algunos periodistas que en la conversación con el secretario general de la OEA, tocaron el tema de la Declaración de La Paz dada a conocer al finalizar las deliberaciones de la Novena Asamblea General de la organización. Expresaron que “habían coincidido” (con el Dr. Orfila) en que sirvió para fortalecer la presencia política de la OEA en el continente y ratificar el apoyo a los gobiernos de tipo democrático, o a los que estén en vías de adoptarlo. Agregaron que “la tarea de conducción de la democracia es misión de los gobiernos y también de organismos oficiales como la OEA, pero fundamentalmente de los pueblos y de las instituciones que, como partidos políticos, los representan”.

No se sabe qué contestó el diplomático a estas disquisiciones, pero señalan que le expresaron al doctor Orfila que “la prédica de la Iglesia en América orienta hacia formas más justas de convivencia pero revalorizando explícitamente los métodos genuinamente democráticos”.

Tampoco se conoce cuál fue. la respuesta del secretario general de la OEA a esta disquisición. Ni al juicio de que es necesario remozar las instituciones políticas de América.

* * * * * * * * * * *

Desde el punto de vista político, sin duda la acción de los dirigentes justicialistas ha sido hábil. Apuntaron por elevación al propio secretario general de la OEA, y aparentemente dieron en el blanco. Pero ahora hay que ver la repercusión que dentro de sus propias filas tenga la cuestión. Porque el peronismo, atomizado en sectores diversos luego de la muerte de su creador, interpretará de distintas manera lo realizado.

No hay que olvidar que los cuatro dirigentes protagonistas de la entrevista no figuraban públicamente desde el 24 de marzo de 1976, lo que permite suponer que esto ha sido un resurgir, o que otros sectores justicialistas se están moviendo, al margen de las antiguas y archiconocidas figuras.

Que el paso del tiempo y Orfila se encarguen de aclarar el enigma.

Fuente: Guillermo Martínez Anzorena, Orfila con los justicialistas de Mendoza en 5ª edición, Mendoza, diciembre 1 al 25 de 1979. Director-propietario: Guillermo Martínez Anzorena.

La Quinta Pata

No hay comentarios :

Publicar un comentario