domingo, 22 de junio de 2014

El gorilismo de izquierda y los buitres

Ramón Ábalo

En este nuestro país de la Paria Grande en sectores que se suponen progresistas persiste el gorilismo, un concepto que surge durante el peronismo primero para señalar a la contra. El concepto encuentra expresión en la actualidad con igual énfasis como en aquel entonces.

Pongo por ejemplo -uno entre tantos- a las posiciones políticas-ideológicas de buena gente, y buenos amigos, con una larga trayectoria en la lucha por los valores de la solidaridad en el marco del anticapitalismo. Pero incurren, lamentablemente, en lo que mi amigo Armando Tejada Gómez denominaba los "pequebus" algo así como el pequeño burgués progresista, una clase media menor ilustrada con ínfulas de revolucionaria.

No es el caso de esos amigos, pero se aproximan, como se nota en los textos en que se explayan en temas críticos como el de la extorsión de los fondos buitre y la justicia norteamericana. Para ellos la culpa la tiene el gobierno porque hicieron mal las cosas, no debieron faltarle el respeto a Griesa -uno de los buitres-, y "eso se arregla pagando”. Obnubilados, aún sin querer queriendo, por su identificación con la contra deshilachada, incurren en falsedad ideológica cuando exaltan su oposición a las políticas de esta era k, caminando por el mismo andarivel de la Sociedad Rural, los oligopolios mediáticos, los grupos concentrados de la economía, la banca extranjera, la embajada yanqui en Baires más el cipayaje menor menemista, massista, pinista, elisista, cobista, duhaldista (el cabezón), macrista y tantos que reptan su anti por los pasillos de Clarín, La Nación, TNT, y aquí, en Los Andes. Y se incurre en la falacia de afirmar, por ejemplo, que desde la institucionalidad provincial, se mantiene la pobreza y la miseria, la gente se muere de hambre, no tiene trabajo y es superexplotada. En esta misma línea la izquierda contestaria y solamente testimonial a la que les adosamos estos versos del gran Armando, poeta, cantor, tonadero y revolucionario:

Como el mundo es redondo se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda
pues por esa pendiente
el distraído suele quedar, de pronto,
A LA DERECHA.

No son ignorantes pero su acendrado gorilismo los coloca en un nihilismo retrógrado. Nada de la nada. Y entonces desde el 2003 no ha cambiado nada, como lo afirma desaforadamente la contra deshilachada. Y lamentablemente nuestro amigo Roberto Vélez, como lo expresa en su nota que publicamos la semana pasada. No son los que acumulan el poder económico y financiero, los monopolios y el poder mediático. Es el peronismo. Se desconocen los avances en la inclusión social, o sea el aumento del mal llamado gasto público, pero en los avances ciertos y expansivos del trabajo, el salario, la jubilación, la salud, la educación, la cultura y el arte, la ciencia y la técnica. En la industria, en el agro. Fundamentalmente en la autoestima de la identidad social y nacional y la pertenencia política, ideológica y social. Y no somos forro de nada ni de nadie, aunque la pelea, como siempre, la pelea no cesa cuando en el horizonte los buitres amenazan con las armas letales del capitalismo: el dinero, el mercado, la plusvalía. Y entonces sí nos alineamos con las huestes que libran batalla contra el enemigo principal de los pueblos del mundo: el capitalismo imperialista yanqui y de la Europa decadente, y sus lacayos locales. Nos ponemos una camiseta que nos identifica, nos identificamos, porque para nada somos independientes. Y como dice nuestro amigo Martín Fierro: NO IMPORTAN CUANTO SON, y nosotros agregamos SINO CUANTOS SOMOS NOSOTROS.

La Quinta Pata

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