domingo, 19 de octubre de 2014

Audiencia 45: Tristes recuerdos y una controversia

Desde San Juan llegaron María Inés Platero y Luis Adolfo Vargas para testimoniar sobre las causas que involucran a David Blanco y Jorge Vargas, respectivamente. Por otro lado, el Tribunal resolvió la pertinencia del testimonio del penitenciario imputado, Oscar Bianchi, y se proyectó el video de la Inspección Ocular realizada en el penal provincial.

María Inés Platero fue la primera esposa de David Blanco, conocido actor y docente que falleciera un par de años atrás, después de testimoniar sobre su largo cautiverio, en el 2º Juicio por Delitos de Lesa Humanidad de Mendoza.

Tal como lo relatara Blanco en 2010, María Inés Platero ratificó que su domicilio fue allanado el 2 de junio de 1976 y que su esposo fue llevado con engaños al D2 donde quedó secuestrado. Por aquellos días era empleado del Banco de Mendoza y militante sindical próximo a la Juventud de Trabajadores Peronistas –JTP-; en aquel lugar coincidió con otros bancarios y varias personas más.

Del D2 pasó a la penitenciaría provincial, fue parte del traslado colectivo a la U9 de La Plata, de allí a Sierra Chica y luego a la cárcel de Devoto; finalmente recaló en Rawson. La testigo destacó las peripecias para dar con el paradero del prisionero y acompañarlo en sus múltiples destinos.

A través de un dato proporcionado por el Capellán del Ejército, la familia se enteró de que David estaba en el D2. En busca de una señal de vida, María Inés le llevó comida y ropa limpia y solicitó le entregaran la usada por el detenido. Efectivamente, hubo intercambio de prendas pero lo que llegó desde adentro eran “girones ensangrentados” destacó. También recordó que días después de la detención de Blanco, nació el hijo de ambos. La mujer pidió llevarlo para que su padre lo conociera. El encuentro sucedió a oscuras, a distancia y por breves minutos. Así pudo divisarlo “con barba y mechudo” en medio de armas que la apuntaban. En esas condiciones el bebé tuvo su primer contacto filial en el D2. Platero lamentó que el hijo no hubiera conocido a su padre, hoy fallecido, porque desestimaron llevar al niño a las visitas en los penales por los que circuló el prisionero debido a las vejaciones que sufrían los/as familiares en cada centro de detención.

María Inés Platero ratificó los datos proporcionados por David Blanco en su declaración del 16 de diciembre de 2010, ante el Tribunal. Recordó su absolución y posterior condena por un Consejo de Guerra, así como las denuncias por torturas que presentó ante el juez Guzzo (no investigadas). Dijo no saber quiénes fueron sus verdugos en el D2, ni tampoco qué resultado tuvieron las gestiones ante la Justicia realizadas por su suegro. Sólo recordó que Luis Zamora interpuso un Habes Corpus a favor de su esposo, en Buenos Aires.

María Inés Platero afirmó no haber tenido militancia, simplemente acompañaba a David, y agregó que él recuperó la libertad en diciembre de 1983.

Portación de hermano

Luis Adolfo Vargas compareció ante el Tribunal para testimoniar sobre su hermano, Jorge Vargas. El hombre relató que después del Golpe del 24 de marzo, hubo un operativo en la casa de su padre, en San Juan, donde él se encontraba transitoriamente. Por entonces era un joven estudiante de derecho que en esa ocasión fue, arbitrariamente, detenido y sometido a tortura para que dijese dónde estaba su hermano y cómo se comunicaba con su familia. Igual tratamiento recibió otro hermano, Heriberto, detenido en el mes de mayo, con el mismo fin. Para esa época Jorge Vargas ya vivía en Mendoza con su esposa e hijas pero, según aseguró el testigo, ninguno sabía dónde estaba radicado.

Vargas enfatizó que el contacto entre ellos era poco frecuente y proporcionó datos ligeros sobre la vida y actividad política de Jorge. Insistió en que lo sucedido produjo una gran depresión a su padre y dificultades en su entorno por lo que prefería no volver sobre sucedido.

Respondiendo a las preguntas de la Fiscal Patricia Santoni, aclaró que se enteró de su secuestro cuando viajó a San Juan con motivo de la muerte de su sobrina Josefina, hija de Jorge. Al respecto dejó en claro que se trató de un suicidio, y que su madre relacionó el hecho con las torturas que presenció la niña en el D2. En cuanto a qué sabía sobre el destino de Jorge Vargas, dijo que tenía entendido que fue visto vivo, por última vez, en la “Central de Policía”.

Luis Vargas fue poco expansivo en la evocación de su hermano, sin embargo, a través de las preguntas de la fiscalía y querella, se pudo reconstruir algo más sobre la vida de este pionero de la generación revolucionaria gestada a fines de los ’60. Jorge Vargas se recibió de abogado en 1966, en la Universidad de Córdoba, cuando se produjo el golpe militar del Onganía que reprimió a la comunidad universitaria en la tristemente célebre “Noche de los Bastones Largos”. Poco después se casó con María Luisa Sánchez Sarmiento y tuvo tres hijas. Sufrió un intento de secuestro en 1971 del que consiguió zafar pero fue detenido. Después de su liberación viajó por Venezuela y Perú; para 1975, estaba radicado en Buenos Aires. Su hermano Luis pudo verlo, por última vez, en casa de sus padres.

Situación inédita

En el cierre de la audiencia se proyectó la Inspección Ocular realizada a la penitenciaría provincial el pasado martes, 7 de octubre. Durante la visita se generó una controversia a raíz de que el exguardia cárcel Oscar Bianchi, procesado en este juicio, pidió declarar in situ. El Presidente del Tribunal, Dr. Piña, aceptó la solicitud, pero la Fiscalía se opuso y sus miembros se retiraron del penal. No obstante esto, el acusado Bianchi pudo declarar y fue grabado para ser transmitido en audiencia pública ante el conjunto del Tribunal y las partes.

De hecho, en la sesión de la fecha, el fiscal Dante Vega volvió a oponerse al pedido de la defensa de Bianchi de exhibir el video de la inspección ocular a la Penitenciaría por considerarlo nulo. Al respecto, el Tribunal se inclinó por rechazar el pedido del Fiscal, basándose en la normativa y otros antecedentes donde un procesado acompañó la inspección ocular y declaró in situ, sin oposición de la Fiscalía; tal el caso del policía José Lorenzo que estuvo presente y declaró en la última recorrida a la Comisaría 7ma.

Una vez resuelto el planteo, se pudo ver el video con mal audio, en el que Bianchi declaró e identificó lugares. Como desligándose de los cargos que se le imputan, aseguró: “Lo único que hacíamos era llevar gente que el Suboficial pidiera, a la puerta del pabellón […], ignorando nosotros adónde los llevaban, si a la enfermería o a otro pabellón. Identificó la peluquería (conocida como la sala de torturas) y confirmó que estaba modificada. También afirmó que trabajó en el pabellón 11 que alojaba a los presos políticos, desde mayo a septiembre de 1976, y que después pasó a la Alcaidía.

Luego se proyectó el tramo del video correspondiente a los aportes de los testigos Guido Actis, Roberto Marmolejo y Pedro Coria, expresos que escenificaron en el sitio exacto, los hechos más traumáticos acontecidos en la Penitenciaria, ya declarados en Tribunales Federales.

Al cierre, el Dr. Piña adelantó los testimonios previstos para el próximo lunes 20 y martes 21. Ellos son los de Hortensia Ramos, Jesús Emanuel Riveros, José Luis Bustos Arenas, Elbio Belardinelli, Alfredo Luis Guilardi, Carlos Alberto Rossi, Gabriel Alberto Carrasco, Antonio Sabone y Graciela Edith Morales.

Fuente: https://juiciosmendoza.wordpress.com/

La Quinta Pata

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