domingo, 12 de abril de 2015

Audiencia 69: Volver en palabras

Sebastián Baldini (Gentileza Guadalupe M. Pregal)
La audiencia de la fecha fue consagrada a Horacio Bisone, secuestrado el 25 de setiembre de 1978. Testimonió su hermano Rafael Hugo, su hijo Sebastián Baldini y quien fuera su esposa, Stella Maris de Conick, la que a través de su relato permitió develar quién era el desaparecido cuya causa es analizada en el presente debate.

Un perfecto desconocido

Desde la 9.30hs. el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Mendoza estableció contacto con Río Gallegos para recibir el testimonio del hermano del desaparecido, Rafael Hugo Bisone, quien está radicado en ese punto austral desde 1973. Indagado por el Fiscal Dante Vega contestó sistemáticamente -“no sé”- , atribuyendo su desconocimiento a la escasa comunicación propia de aquellos tiempos. Caracterizó a su hermano como alguien muy “especial”, solo aportó que era sindicalista en el gremio gráfico y que había trabajado en la Bodega Calise.

También comentó que su madre, Hilda, hizo diferentes gestiones: “ lo buscó por los cuarteles”, incluso viajó a Buenos Aires tras algún rastro. Ella lo pasó muy mal, dijo: “dormía en las plazas”.
El testigo insistió en desconocer la trayectoria de su hermano, “nadie sabía nada”, dijo. Ante las fallidas preguntas de la Fiscalía, el hombre respondió que su hermano para él era “un perfecto desconocido”, con lo que se dio por cerrado el testimonio.

Sebastián Baldini, ante una pregunta de la Fiscalía, inició su testimonio reconociéndose como hijo de Horacio Bisone. A pesar de que no pudo aportar datos sobre la vida de su padre dijo que pertenecía al gremio gráfico e, inmediatamente después, refirió que él cuenta con una distribuidora de diseño gráfico, estableciendo una suerte de asociación.

El único vínculo que mantuvo con la familia Bisone fue por intermedio de su abuela Hilda, con quien supo sostener una relación en forma intermitente. Asimismo, aclaró que le cambiaron el apellido para facilitar su inserción en la escuela y en la obra social.

Al igual que su hermana Paula, quien testimonió ayer, los hijos de Horacio Bisone expresaron desconocimiento sobre la vida de su padre. Después de tres declaraciones consecutivas sin poder desentrañar los motivos de la desaparición forzada de la víctima, el testimonio de su exesposa permitió hacer memoria sobre su camino.

Stella Maris de Conick (Gentileza Guadalupe M. Pregal)
Cobró vida

La historia de Horacio Bisone, militante sindical perteneciente a Montoneros, desaparecido el 25 de septiembre de 1978, volvió a la luz a través del recorrido realizado por Stella Maris de Conick, su compañera de militancia y esposa durante los intensos ‘70.

Según la testigo ambos eran sindicalistas y discurrían por ámbitos comunes: él militaba en el sindicato gráfico y ella en la Bancaria. En 1971, un año después de conocerse, se casaron y tuvieron dos hijos: Paula y Sebastián. En 1977 se separaron pero siguieron vinculados. Era un padre presente, preocupado por su hijo e hija, subrayó la mujer.

Horacio Bisone era una persona jovial y generosa; su esposa solía repetirle: “tenés amigos hasta abajo de las piedras”. Entre ellos mencionó al Mono, un canillita muy conocido en el Centro de Mendoza. Era portador de voz privilegiada, “cantaba muy bonito” apuntó Stella. Contaba con profundos valores cristianos y tenía lazos con los curas del Tercer Mundo. En este marco participó de actividades comunitarias en el barrio Santa Elvira de Guaymallén y fue cercano a los sacerdotes Macuca Llorens y Jorge Contreras. En los tempranos `70, la pareja de Conick/Bisone fue contactada por Montoneros y estuvo encuadrada en la Juventud Peronista y en el ala sindical.

Tiempo después, Bisone dejó su oficio de linotipista en la actividad gráfica y cubrió el cargo de Gerente en la Bodega Calise. En enero de 1977, uno de sus propietarios, Victorio Cerutti, fue secuestrado y desaparecido. El empresario, durante su cautiverio, fue obligado a transferir sus bienes a WILRRI. S.A., una entidad fantasma orquestada en la ESMA, dato no menor en la vida de Bisone.

La testigo confirmó que Horacio, posiblemente, previo a su relación laboral, tenía contacto político con Cerutti; la caída del empresario lo dejó en la calle. De hecho, en octubre de 1977 cuando la pareja se separó, él estaba desocupado.

Para la fecha de su desaparición, Bisone vivía en el domicilio de su madre Hilda, en Dorrego. Según un testigo presencial, fue secuestrado en el centro de la ciudad de Mendoza, en horas de la mañana, por dos hombres que lo obligaron a subir a un auto sin identificación que se perdió con rumbo desconocido.

Su madre fue la encargada de presentar los Habeas Corpus y realizar el conocido circuito transitado por los familiares de las víctimas, que en este caso comenzó con la denuncia en la Comisaría 25 de Guaymallén.

Por su parte, Stella de Conick se casó nuevamente en 1981 con Bruno Baldini. Según su testimonio, su hijo e hija empezaron a utilizar el apellido de su nuevo esposo. Por este motivo, y para que cuenten con obra social y otros beneficios, Baldini decidió adoptarlos en 1983.
De Conick hizo referencia a los profundos valores cristianos de su exesposo y agregó “no era un loco de la guerra”. Al cerrar su declaración agradeció a quienes la contuvieron y resaltó la “maldad” de quienes hoy son enjuiciados por los crímenes de lesa humanidad.

La próxima audiencia será el 13 de abril, a las 9.30 hs. El Dr. Piña anunció el testimonio de numerosas personas.

Fuente: https://juiciosmendoza.wordpress.com/

La Quinta Pata

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