A veces nos conformamos con poco, demasiado poco. Ayer, los organismos de derechos humanos y otros grupos sociales y políticos nos propusimos hacernos visibles a las autoridades provinciales y nacionales instaladas en el palco, frente al hotel Hyatt durante el transcurso del carrusel previo a la fiesta central de la noche. Nos ubicamos a unos cincuenta metros a la izquierda de Jaque y su entorno, por lo tanto, a más de vernos, nos escuchó y es de cajón que no le debe haber gustado lo que oía bien y veía al bies.
Una vez logrado el objetivo, para respetar el sentir de celebración de nuestro pueblo, nos retiramos no eufóricos sino satisfechos, luego de atender a los pocos medios de prensa y radio que se acercaron, y con la esperanza que nos hubiese captado alguna cámara de televisión.
Leer todo el artículo - CerrarPero los matutinos principales de la provincia de hoy domingo no nos dieron pista. Una foto en Los Andes de los compañeros de la Asamblea Mendocina por el Agua Pura marchando con máscaras alusivas a su lucha (calaveras) y una pequeña nota donde el cronista mezcla reclamos fragmentados, como los de los ajeros de Monte Grande, los de un grupo de murgueros, los de los trabajadores de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) y los nuestros, es decir, los de organismos de derechos humanos y la multisectorial con nuestra oposición a Rico. Eso fue todo.
Sí hubo una reacción áspera del gobernador a la que nuestra protesta ha de haber contribuido, cuando menos, en módica dosis. De todos modos, los aperitivos más indigestos fueron sin dudas la solicitada que apareció en el diario Crítica de la Argentina (ver aparte, “Los torturadores y sus profesores deben ser juzgados y no formar parte de la función pública” 08-03-08) y que hoy publica Página/12, y las nuevas pruebas que aportó la subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación para el caso Rico ( también reproducidas por nuestra página en la sección “Noticias” del 8 de marzo). Es que en el almuerzo de las tontuelas pero poderosas fuerzas vivas de la provincia llevado a cabo en la Bodega Escorihuela, Jaque se exaltó contrariando los ribetes salientes de la personalidad que les venía vendiendo a los mendocinos de ser un tipo sosegado, muy sosegado, y no proclive a los exabruptos. Ahí manifestó bordeando la iracundia que, vamos avanzar pisando los callos que haya que pisar, porque la seguridad de los mendocinos es innegociable, arrancando un cerrado aplauso entre la escogida y opulenta concurrencia. Lo que fue igual a la ratificación de Rico.
Digamos otra vez que los organismos de ninguna manera pretenden negociar la seguridad de los mendocinos. Se afirma de nuevo: pobre de nuestra seguridad si quienes la manejan han enseñado y practicado el secuestro, la tortura y la desaparición de personas. Pobre de nuestra seguridad si está en manos de individuos cuya idoneidad ética para ocupar un cargo de funcionario público se encuentra tan severamente cuestionada. ¿Quién es en este diferendo el que defiende la apología del delito o el delito mismo?
A un justicialista se le oyó decir, Hay que aguantar hasta el 24 (Día de la Memoria), después esto se apaga (Mario Fiore, “Jaque: la seguridad de los mendocinos es innegociable, Los Andes, 09-03-08) ¿Será ese el tiempo que supuestamente le pidió el gobernador al ex presidente Kirchner en la llamada telefónica que denunció Verbitsky en su nota del domingo pasado con el perentorio reclamo de ponerse a tono con la política de derechos humanos de la Nación? De ser así, Jaque no es tan improvisado como su expresión entre el vacío y la sorpresa permanente pareciera indicar. La consigna parece ser esperar, ya que el asunto, por ahí, se diluye solo. Jaime Correas del diario Uno alega lo obvio: que desplazar a Rico implicaría para Jaque la renuncia del ministro de Seguridad, Aguinaga, y por lo ello se desataría una crisis en el gobierno de la provincia muy difícil de sobrellevar para el prolongado resto del mandato. La pregunta es si la irresolución del problema en Seguridad no redundaría en una crisis aún peor. Más, si las pruebas contra Rico se siguen acumulando y la inseguridad mantiene sus niveles o se eleva.
Andrés Gabrielli, también de Uno, dice haberle escuchado a la diputada nacional por el Justicialismo Patricia Fadel que Si la polémica sobre el Ministerio de Seguridad estuviera circunscripta al ámbito local, ni nos inmutaríamos. El problema viene del fermento que provoca en Buenos Aires (“Más overol que traje de fiesta” 09-03-08). El redactor se hace eco de la brutalidad que significa el ninguneo de las expresiones populares locales por parte de políticos y periodistas reaccionarios; tangencialmente hace alusión del mínimo caudal electoral que el campo popular representa en Mendoza.
Quienes nos oponemos a la permanencia de Rico en Seguridad no podemos darnos el lujo de cejar en esta lucha y menos todavía pasar por alto las potencialidades de los factores que se mencionan en los párrafos anteriores. Hay que mantener las escapadas fuera del feudo y de la siesta de la hegemonía local. Se deberá seguir recurriendo al ámbito nacional. En los tiempos globales en que la política es esto, no quedan muchas más alternativas. Y que Jaque le siga echando la culpa de sus irresponsabilidades y desaciertos al ex gobernador Julio Cobos, al intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo y a esos foráneos tan metiches como Eduardo Duhalde, Horacio Verbitsky y Néstor kirchner, entre otros.
Redacción: H.D., La Quinta Pata, 09-03-08
domingo, 9 de marzo de 2008
Noticias-2008
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