sábado, 17 de enero de 2009

Una mujer para cada hombre y nada más

Alfredo Saavedra

La semana pasada fue arrestado Winston Blackmore, en la provincia de British Columbia, Canadá, bajo cargos de poligamia, en una operación de la policía montada que se realizó ante el estupor de las veinte “esposas” del mencionado y el llanto de sus 116 hijos, que presenciaron la captura conmocionados por el inesperado suceso.

La acción de las autoridades tuvo lugar en el villorrio Bountiful (abundante) una comuna fundamentalista de la Iglesia de los Santos de los Últimos días (Mormona), en el borde fronterizo con el estado de Washington. Se trata de un grupo disidente de la iglesia oficial en Utah, de donde emigraron sus pioneros en 1947 para establecerse en un lugar donde nadie los molestara, en su determinación de tener (y mantener) varias mujeres al mismo tiempo.

Bountiful es habitado por unas mil personas, todas descendientes de solamente seis hombres, quienes habrían dado paternidad nada menos que a 166 individuos por cabeza, si las matemáticas no fallan y el dato no resulta abultado, aunque es autorizado por el experto en religión Ron Casillag, según noticia del rotativo Toronto Star. No se informa de la cantidad de mujeres que habrán tenido cada uno de esos seis padres próceres, pero por lógica se entiende que no pudo haber producido 166 hijos una sola madre.

Pero si se tiene duda de lo que es la fecundidad en esa comunidad mormona, ahí está el templado Winston, que a los 52 años tiene inventariadas esas 20 “esposas” con la cantidad de hijos ya mencionada. No es el único hombre en la comuna que se despacha el derecho de tener tal cantidad de mujeres para él solito. También está el líder de una facción rival que comparte la misma demarcación de Bountiful y el derecho a más de una mujer. James Oler, de 44 años, está en el disfrute del privilegio de tener varias “esposas” también, pero así mismo ha compartido con Blackmore la orden de arresto, en detención que apenas duró 24 horas, pues las autoridades los soltaron bajo apercibimiento de comparecer ante una corte en el curso de este mes.
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Ya en el pasado los jefes de familia de Bountiful que incurren en poligamia han estado expuestos a la acción legal, pero no han sido llevados a la cárcel ante una controversia judicial que ha mantenido en discusión si con ello no habrá violación a la Carta Fundamental canadiense, pues no ha habido una figura clara que dictamine al respecto y en este caso por tratarse de una conducta de tradición religiosa dentro de un círculo más o menos privado. Situación igual se planteó para las autoridades en Texas, a mediados del año pasado, con una comunidad similar, de las que existen otras con iguales características en los estados de Utah, Idaho y Arizona.

Los hombres de Bountiful se defienden con el argumento de que la religión les concede el derecho de tener cuantas mujeres quieran, aduciendo que dicho derecho está consagrado en la Biblia y ponen de ejemplo a los reyes David y Salomón que, afirman, tuvieron mujeres y concubinas sin ninguna restricción. Pero el profesor en teología Victor Shepherd, de la universidad de Tyndale, refuta esa aseveración al indicar que no tiene fundamento porque en las Sagradas Escrituras no hay ningún mandamiento que legitime la posesión de varias mujeres por un solo hombre. Sin embargo en el reportaje se expone la opinión del rabino Yehiel Ben Ayon, quien contradice al profesor Shepherd, afirmando que en tiempos bíblicos la poligamia fue una norma aceptada moral y espiritualmente y aunque sin citar dónde está dicho, refiere que la ley Mosaica aceptaba que un hombre tuviera más de una esposa al mismo tiempo. El rabino agrega que esa práctica fue abolida antes de Jesucristo, no obstante que un edicto en ese particular no fue acatado por los judíos sefarditas que, en España, influidos por los moros continuaron teniendo más de una mujer. Se informa en la misma nota que Israel no admitió en su seno a los judíos polígamos que quisieron emigrar al producirse la fundación de ese Estado.

El tema estuvo en debate hace cuatro años en el parlamento canadiense, al discutir una enmienda a la ley referente al matrimonio para establecer de manera categórica la definición de matrimonio a fin de que conste de una vez por todas de que la unión legal matrimonial es entre un hombre y una mujer y viceversa. Eso determinado en ese momento por la controversia originada por el movimiento para legitimar la unión entre individuos del mismo sexo, materia que en su oportunidad se resolvió a favor de los peticionarios. Pero de paso se buscaba legislar para establecer en forma terminante que el matrimonio es entre un hombre y una sola mujer. Pero la interpretación al parecer no dejó claro el caso de los grupos religiosos que practican la poligamia.

Porque además de los mormones de la secta ya descrita, están los musulmanes de algunos grupos del Islam que al acogerse al dictado del Corán en la repartición de las mujeres para los hombres, toman al pie de la letra el permiso que se atribuye en ese libro sagrado de conceder a cada hombre el derecho de convivir con cuatro mujeres al mismo tiempo. Sin embargo algunos musulmanes organizados en grupos religiosos oficiales desautorizan esa práctica y la atribuyen a antiguas tradiciones que respondían a necesidades de un momento histórico que ya no tiene vigencia.

Pero aún así se especula la existencia de grupos que conciben la costumbre como un mandato de Mahoma y por consiguiente si su condición económica lo permite, se hacen cargo de más de una mujer, aunque no sean cuatro como lo autoriza el Corán, porque eso aunque muy ameno, es materialmente imposible para cualquier hijo de vecino que esté a tres menos cuartillo, dadas las condiciones económicas en cualquier lugar del mundo en los actuales momentos.

En el reportaje se refiere que Mahoma tuvo nueve esposas pero eso, según lo advierte el Imán Husain Patel, en declaraciones sobre el particular, fue un acto de escrutinio religioso, pues el padre del islamismo era oficialmente casado con una sola mujer, que en todo caso era la legítima esposa, siendo las ocho restantes divorciadas o viudas que el profeta tenía como concubinas en un muy caritativo gesto de generosidad para con las infelices. En ese sentido el Imán dice que la inclusión de cuatro mujeres por hombre tenía una intención muy devota a fin de proteger a los niños huérfanos de padre y que las muy pobrecitas viudas o divorciadas tuvieran la compasión de un amante que las consolara en su tristeza.

El Imán Husain dijo que en la actualidad ya son muy raros los casos de poligamia entre los musulmanes en Canadá, y que la costumbre ya no es aceptada por la religión convencional ni autorizada por los gobiernos del Islam. Pero en Canadá, como en todas partes, hombres de todas las religiones o sin ninguna, se regocijan con la idea de tener más de una mujer, pero la realidad es más demoledora que esa excitante fantasía, ya que si en aquellos tiempos lo más que podían tener los seguidores de Mahoma eran cuatro mujeres, los actuales tiempos, mucho peor que aquellos, a puras penas dan para mantener una.

Como fuere, los mormones de la comuna de Bountiful, reprobados por la ortodoxia de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, y algunos musulmanes fundamentalistas de a cuatro mujeres cada uno, dicen las autoridades que van a ser puestos en cintura bajo la advertencia de que la poligamia es ilegal y quien tenga ahora más mujeres de la única que por decreto le corresponde tendrá que ver qué hace con las otras, porque la ley lo que concede es una sola mujer para cada hombre. Y nada más.

Redacción La Quinta Pata, 17 – 01 – 09

La Quinta Pata

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