Emilio Marín
Se aproxima el cierre de listas del 28 de abril, con lo que la campaña ganará en intensidad. Esos debates se mezclan con los surgidos de la realidad social, con crisis económica, epidemias y polémicas por la inseguridad.
El oficialismo parece perder votos con sus candidatos testimoniales. Los que han aceptado ese rol, caso de Daniel Scioli, dudosamente mejorarán así su prestigio. Y como algunos han rechazado ser incluidos en las listas, como el recaudador bonaerense Santiago Montoya, terminaron echados del gobierno. Eso dejó servida a Francisco De Narváez y Elisa Carrió la oportunidad para repetir que los Kirchner son intolerantes.
El consuelo kirchnerista es que su línea de candidatos que no van a asumir también le genera problemas a su rival Mauricio Macri, quien había propuesto jugar ese papel a Gabriela Michetti. Esta también va a dejar su puesto de vicejefa de gobierno porteño para irse de campaña y mudarse luego al Congreso. La mujer hará al final lo que diga su jefe político, que la califica de su mejor "espada", pero dice sentir remordimientos.
También Carrió va a incurrir en una postulación testimonial y por eso quizás termine en la lista capitalina de la Coalición Cívica. Lo suyo también será testimonial porque ya renunció a su banca de diputada y ahora es aspirante presidencial. Va como diputada ahora pero es obvio que en dos años dejará su asiento para perseguir su autoprofecía de la banda presidencial.
Los radicales, por su parte, desean que su candidato sea, figuradamente, el finado Raúl Ricardo Alfonsín, que al morir les devolvió cierto brillo perdido con la desastrosa Alianza. Ellos a su manera usan una candidatura testimonial, reforzada por la presencia en la boleta – en el segundo lugar – por alguien que tiene el mismo apellido.
Julio Cobos fue uno de los que más se quejó de la maniobra de Kirchner, pero el cuyano es el peor de todos. En todo caso los testimoniales K no ocuparán las bancas aún cuando ganaran. Cobos está en el lugar votado pero lo emplea políticamente en contra del gobierno que integra. Está estacionado a contramano. Por eso quiso ir a la convención radical de Mar del Plata pero debió quedarse a cumplir funciones de presidente, a raíz del viaje de Cristina Fernández a Trinidad y Tobago.
Leer todo el artículoPor ahora la campaña no ha deparado debates interesantes sino fuegos de artificio y mucho marketing a tantos dólares el minuto televisivo. Uno de los más presentes en la publicidad es el candidato del espacio kirchnerista en la Capital Federal: Carlos Heller. Su lema es que resiste cualquier archivo e invita a chequearlo. Pregunta: ¿el Banco Credicoop no estuvo entre quienes implementaron el corralito bancario? Y más acá en el tiempo, ¿era otro Heller el que en setiembre de 2008 aprobó pagar la deuda al Club de París? Y conste que este político debe ser de lo mejorcito que hay en oferta.
La crisis
Se puede creer que la inflación del último mes fue del 0,6 por ciento, tal como informó el Indec, o mirar la realidad, que habla de otros índices más elevados. Se puede pensar como la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, que los despidos anunciados por Ford no son significativos, o bien ponerse en la piel de los 330 despedidos, que sólo por dos semanas vieron suspendidas sus sentencias. Lo notable del caso es que el Estado siga poniendo plata, 600 pesos por operario suspendido, salvando las papas de multinacionales con casa matriz en Detroit.
La minimización de la cartera de Trabajo parece contradictoria con la importancia que la presidenta de la Nación le dio a los coletazos de la crisis internacional en su discurso inaugural de la V Cumbre de las Américas. Las autoridades tendrían que ponerse de acuerdo. O hay una crisis que es un ventarrón, o se trata de un problemita pasajero, apenas una brisa.
El nuevo mandato de Héctor Méndez al frente de la Unión Industrial Argentina, en reemplazo de Juan Carlos Lascurain, anticipa que la gran patronal se va a poner más dura a la hora de considerar algún aumento salarial. Más bien crecen las posibilidades de que suspendan personal y recorten salarios.
Las consultoras privadas calcularon el mayor número de desempleados en nuestro país durante el año en curso y fijaron un piso y un techo. De 300.000 a 500.000, fueron las respectivas estimaciones.
Del lado sindical, hay dos proposiciones. La CGT, que planifica su acto del 1 de mayo con mayor énfasis que otros años, pide que el Estado ayude a las empresas y que en todo caso, si hay despidos, se pague doble indemnización (la triple, planteada por Héctor Recalde, fue cajoneada). Por otra parte la CTA, bifronte entre Hugo Yasky y Víctor De Gennaro, presiona al gobierno con movilizaciones como la planteada para el próximo miércoles y pide una ley que prohíba cesantías durante seis meses.
Obviamente el PEN está más a gusto con el planteo cegetista y eso se verá otra vez mañana con la entrevista que la presidenta dará a Hugo Moyano y sus muchachos. ¿La invitarán al acto del 1 de mayo?
Al menos el camionero tiene claro a quién va a votar el 28 de junio, salga pato o gallareta, con Kirchner o Scioli. En cambio los dirigentes de la CTA aún deshojan la margarita y no saben si acompañarán a Heller, Martín Sabatella, Pino Solanas, etcétera.
Sin pedir maravillas, un paso adelante de la campaña sería que los partidos que anuncien sus candidatos dentro de nueve días, simultáneamente digan qué proponen en concreto para combatir los efectos más nocivos de la crisis.
El mosquito y los medios
En estos días continuó agravándose el brote epidémico del dengue, o epidemia a secas como la califican muchos especialistas. Con demoras, el Estado nacional y la cartera de Salud, han adoptado medidas y creado instancias de coordinación entre la Nación y las provincias, sobre todo las más perjudicadas: Chaco, Salta, Jujuy y Catamarca.
Incluso Graciela Ocaña ha apelado a la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud, que envió una delegación con médicos de Brasil, El Salvador y Cuba.
Sin menospreciar a nadie, porque todos tienen algo para aportar, comenzando por los propios médicos argentinos, es muy importante que se recabe la asesoría de Cuba. La isla, antes de la revolución, fue el primer país que creó un ministerio específico de Salud, tiene una vasta cultura de combate contra enfermedades tropicales, con íconos internacionales como fueron los doctores Carlos Finlay y Pedro Kouri.
En particular, la nación socialista tiene una experiencia muy valiosa de lucha contra el dengue, incluso contra el tipo hemorrágico que la afectó en los ´80.
Está muy bien entonces que se haya solicitado la ayuda de otros países, pero también queda claro que, como otras medidas positivas, han llegado tarde.
El aedes aegyptis es el vector que propaga la enfermedad y debe ser fumigado. Pero hay que hacerlo con una estrategia de prevención, con participación consciente de la población, planes consistentes y de largo plazo, que se mantengan con profesionales suficientes y bien pagos, presupuestos, etc.
Hay que cambiar todo lo que sea necesario dentro del sistema político y económico argentino, que ha hecho mucho más daño que el mosquito. Este mató a 9 argentinos en el actual brote, mientras que el sistema capitalista dependiente mata a 25 chicos por día de enfermedades curables ligadas a la pobreza.
Y como parte de esa estrategia anti-dengue hay que tomar seriamente en cuenta las denuncias de entidades médicas de Chaco, sobre la relación que habría entre la virulencia de la epidemia allí y los fenómenos de sojización, desmonte y cambio climático. Obviamente los integrantes de la Mesa de Enlace Rural, defensores a ultranza de la soja casi como monocultivo, no tienen el menor interés en destapar estos cacharros llenos de larvas.
Los ruralistas, apoyados por la artillería mediática, han insistido en sus reclamos de bajar retenciones como un tema de campaña. Fríos calculadores políticos, no han querido ponerle el cuerpo a los comicios y sólo autorizaron a las segundas líneas a inscribirse en las listas opositoras. De todos modos no habrá confusión posible: Luciano Miguens, ex presidente de la oligárquica Sociedad Rural, aceptó ser el jefe de campaña del PRO en materia agropecuaria.
Los medios han sido también un motor de la campaña para la criminalización de la niñez, al punto de presionar al gobierno nacional de alinearse con el discurso de Scioli de bajar la edad de imputabilidad de los menores. Para ello utilizaron el caso de un vecino asesinado por un menor en Lanús, el sur de Buenos Aires y lo falsificaron. Los movileros y diarios dijeron que el vecino había sido asesinado de 9 balazos al estar dentro de su auto, que quiso ser robado. Falso. La víctima había salido armado de su casa y aparentemente disparado al delincuente, que quería robar el auto a dos de sus hijos. El orden de los factores a veces altera el producto.
Lo malo es que se perdió una vida y otra, que venía arruinada por la pobreza y la ignorancia, se arruinó para siempre. En el medio, posiblemente miles de menores de entre 14 y 16 años en conflicto con la ley penal verán empeorada su situación. Es que aún cuando la reforma penal se haga con un tinte "progresista" provisto por Eugenio Zaffaroni, el sentido práctico podría ser agravar sus condiciones legales.
Los menores que delinquen tienen que tener penas. Pero la clase política que durante décadas no combatió la pobreza ni se ocupó de la educación, debería tener una condena mayor.
La Arena, 18 – 04 – 09
La Quinta Pata
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