López Puelles, otro berretín en Jaque

Matías Perdomo Larrea

Hoy lunes los legisladores regresarán de su letargo y se encontrarán con una agenda cargada de temas a resolver. Uno de ellos acapara la atención de manera especial: la aprobación del pliego del provisoriamente designado Director General de Escuelas, Carlos López Puelles. De la decisión de la Legislatura dependerá la política educativa de Mendoza en los próximos años.

No tengo qué contar de mí
Luego de aquella torpe decisión de dejar en manos del torturador y violador Carlos Rico la seguridad de los mendocinos, el gobernador Jaque parece repetir el dislate al proponer, como mandamás de la educación de sus comprovincianos, a Carlos López Puelles, un contador de 39 años sin ningún antecedente que certifique idoneidad para tamaña responsabilidad. La comparación no es caprichosa. No es la intención asemejar la falta de antecedentes de López Puelles con el prontuario de Rico, sino revelar la ausencia de Plan de este gobierno. Vayamos al personaje en cuestión.

El gobierno, en boca del locuaz (por no decir baladrón) Ministro de Gobierno, alega que política educativa hay de sobra y que lo que falta en la educación de Mendoza es alguien que administre con criterio los recursos. Los márgenes de autoestima son muy generosos, pues no parece ese un diagnóstico certero. Quizá todo lo contrario, distintos especialistas refieren que en Mendoza o bien no existe, o si existe, la política educativa es bastante pobre. Incluso arrecian los reclamos por no implementar algunos contenidos de la Ley Nacional de Educación.

Al (errado) razonamiento, el gobierno agrega que López Puelles tuvo una eficiente actuación en las paritarias docentes, resaltando sus dotes de negociador. Y es aquí donde se devela la real intención oficial. El gobierno no quiere en la DGE a una persona especialista en políticas públicas de educación, sino que prefiere a un gerente con liderazgo (sobre sus empleados) y poder de negociación (con gremios y empresarios). La caja y estructura que maneja la DGE como ente autárquico parece muy tentadora a tales efectos.

Asistimos al gobierno de los contadores. Por no decir a la Patria de los contadores. Una actividad, con excepciones como todo, bastarda. Un buen contador es, en esencia, un profesional con tendencia a esconder, omitir, disimular y engañar. ¡Siempre dentro de la ley!, exclaman. Un buen contador, en un ambiente empresario, es aquel que ha logrado evadir la mayor cantidad de dinero al fisco. El diputado PRO electo por la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez, se jactaba durante la última campaña de tener muy buenos contadores al explicar su espeluznante crecimiento patrimonial. No parece muy halagüeña entonces la única experiencia de López Puelles en el ámbito educativo: el haber sido contador de la Universidad de Congreso, esa mediocre casa de estudios de nenes bien propiedad del empresariado más poderoso de la provincia.
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Pero afortunadamente, López Puelles es un muchacho de Dios, muy firme en sus convicciones religiosas. Bien replicó en la semana desconocer que su pertenencia religiosa lo excluya de encabezar la DGE, pero mostró la hilacha al instante al mostrarse a favor de la educación sexual, pero (siempre hay un pero) atada a una “propuesta seria”. ¿Qué quiere decir con “propuesta seria”? ¿Acaso aceptaría propuestas no serias de matemática, lengua o ciencias sociales? Por Dios, ¡qué retrógrado!

Así y todo, Jaque, a quien se le pedía que actuara con velocidad luego de la paliza electoral que sufrió su gestión de gobierno, se apuró en sacarse fotos junto a López Puelles tanto con el nuevo gordo del sindicalismo argentino, Gustavo Maure (es imposible no mencionar la bochornosa y patética actitud de un dirigente otrora comprometido con las luchas sociales), como con el saliente Ministro de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco (quien, si se mira con detenimiento la foto divulgada por la prensa oficial, ya sabía que era de las últimas instantáneas bajo esa investidura).

En fin, el cóctel no parece ser muy atractivo. La mezcla de falta de idoneidad, perfil gerencial, avidez por el dinero, vinculación a lo peor del empresariado local y conservadurismo religioso contrapuesto al laicismo de la escuela argentina puede resultar una bomba de tiempo. Bomba que puede ser desactivada por la Honorable Cámara de Senadores de la Provincia de Mendoza.

Haraganes
Hoy lunes, si no existen contratiempos, los legisladores retornarán a su trabajo luego de unas largas vacaciones. Vacaciones que fueron formalmente presentadas como una suspensión de actividades en razón de la crisis sanitaria que padece la región por el virus de influenza A. Lo cierto es que los muchachos y muchachas que legislan en la provincia no laburan hace rato. A fuer de sinceridad, durante la última campaña electoral sí que han laburado. Pero poco es lo que han aportado en esa época al mendocino de a pie. Más bien nada. La vergüenza parece ser una categoría más bien desconocida por el arco político en general, pero es evidente que para los legisladores es deliberadamente inaccesible. Con excepciones, como todo.

Sin embargo, tendrán la posibilidad de redimir su escasa producción con el tratamiento de numerosos inconvenientes acumulados desde la instalación de la peste. Uno de ellos, la designación de López Puelles.

El triunfante ingeniero Bobo, resaltó, luego de la abultada diferencia, que los mendocinos comprometieron a sus candidatos a ser más responsables que nunca. Sin embargo, algunos popes del vice reinterpretan esa afirmación. Tanto el intendente de Godoy Cruz Alfredo Cornejo (quien sueña con ser gobernador en 2011) como Aníbal Rodríguez, presidente del bloque cobista del Senado, fogonearon en la semana la intención de respaldar el pliego de López Puelles a cambio de cierta injerencia en designaciones futuras en cargos importantes del ámbito gubernamental de relativa perennidad. La lógica cobista sería entonces aprobar la designación, por pésima que les parezca, y obtener influencia en futuros cargos que convivirían temporalmente con una virtual gestión de la UCR. Veremos qué les ordena el jefe, pues la lógica no aparenta ser muy responsable. Así y todo será bueno comprobar el accionar de ciertos legisladores. ¿Qué hará, por ejemplo, la senadora Alejandra Naman, de recatadas actitudes en temas espinosos, ahora que pertenece a un partido aliado a la Sociedad Rural Argentina?

El frente interno del gobierno tampoco ofrece garantías para que el pliego de López Puelles tenga final feliz. El pase de facturas por la derrota electoral permanece latente y la estructura del partido gobernante está muy resquebrajada. Es muy probable que algunos senadores del oficialismo escojan el negro a la hora de un color de bolilla.


Mal Bicho
La semana promete traerle numerosos y agudos dolores de cabeza al gobernador, al trascender hacia este fin de semana un diáfano caso de corrupción avalado por la más alta jerarquía de la gestión actual. Habrá que estar atentos tanto al accionar del Poder Judicial como al tratamiento de los grandes medios de comunicación, que seguramente intentarán desviar la atención hacia algún perejil.

El gobierno deberá comprender que así como las destrezas de los contadores y las especulaciones de los legisladores son moralmente abominables pero cuajan dentro de la ley, cierto tipo de engaños acarrean responsabilidades penales y civiles, pues están al margen de aquella.

“Si en este cielo hay un dios
que me enseñe a aguantar,
a este tipo infeliz
que llegó para robar”… versa la letra de la canción “Contrabando de amor” de Los Fabulosos Cadillacs.


La Quinta Pata, 27 – 07 – 09

La Quinta Pata