México, el más afectado de los latinoamericanos por la crisis

Gabriela Guerra Rey

México. Para el segundo semestre de 2009 organismos nacionales e internacionales ha hecho pronósticos del retroceso económico en México, que van desde cinco por ciento hasta 10, en un año con indicadores desconocidos en muchas décadas.

Pero a pesar de las previsiones desiguales, todo el mundo está seguro que este será el país de América Latina más afectado con la crisis mundial.

Ya lo apuntaba así Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al considerar una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de siete por ciento.

Al presentar el Estudio Económico de América Latina y el Caribe, la especialista mexicana agregó que en toda la región habrá una contracción del 1.9 por ciento del PIB, mientras el medidor por habitantes se reducirá tres por ciento, luego de un crecimiento acumulado de casi 23 puntos porcentuales entre 2003 - 2008.

Para el final del año esto se revertirá en una tasa de desempleo regional de nueve por ciento, con lo cual habrá tres millones más de desempleados en Latinoamérica, según la funcionaria internacional.

También las remesas caerán entre cinco y 10 por ciento.

Para México esos valores se agudizan porque la tasa de desocupación oficial anda por 5,3 por ciento, pero estudios independientes avalados por el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) dan cuenta de una tasa de 12 por ciento.

Igualmente las entradas de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, epicentro de la gran debacle mundial, van en picada.

Las remesas cayeron más de 19 por ciento hasta mayo, en relación con los primeros cinco meses del año anterior, afirmó recientemente el profesor de Economía José Manuel Rodríguez Cavazos.

El especialista señaló que lo anterior, aunado al aumento en el desempleo y la inflación, está creando un entorno económico difícil.

Comentó que la recesión estadounidense provocó que miles de inmigrantes se quedaran sin empleo, con un efecto también delicado para los mercados de esta nación, ya que los envíos de dinero representan uno de los pilares económicos principales.
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Cada año emigran al norte alrededor de 500 mil mexicanos en busca de bienestar para sí y para sus familias, y esto constituye la tercera entrada de divisas, de ahí la gravedad de la reducción.

Según la CEPAL, todo ello tendrá un impacto negativo sobre la pobreza en una región en la que aún hay más de 180 millones de pobres y más de 70 millones de indigentes.

Tan solo en México existen 60 millones en la pobreza y 35 en la pobreza extrema, según datos aportados por el CILAS.

Pero la víspera se dio a conocer que en los dos primeros años de gobierno del presidente Felipe Calderón aumentó en seis millones el número de personas en miseria alimentaria y de patrimonio.

Estas cifras se suman a indicadores gubernamentales más moderados, pero igualmente alarmantes.

Parámetros nacionales hablan por sí solos de la situación actual en México, mucho más profunda que la llamada crisis del efecto Tequila, en 1994 y 1995.

En el primer trimestre del año el PIB se redujo ocho por ciento, en el segundo 10. Según la Secretaría de Hacienda la recaudación fiscal cayó 20 por ciento, una pérdida de 12 mil millones de dólares.

Las cifras negativas son consecuencia de la caída en las exportaciones petroleras y de manufacturas, así como el impacto de la epidemia de la influenza A/H1N1 sobre el comercio y el turismo, considera la dependencia.

En declaraciones a BBC Mundo, el economista Enrique Dussel, de la Universidad Nacional de México, destacó que la economía nacional se encuentra en la peor crisis desde que existen estadísticas.

Solo en términos de empleos, de acuerdo con el Banco Central, este año el país perderá 656 mil puestos de trabajo, cuando además, los ingresos de las familias y la calidad de vida siguen la misma curva descendente del resto de los indicadores.

PL, 20 – 07 – 09

La Quinta Pata