Beto Lanatti
(1ª parte: La trampa opositora)
(2ª parte: La trampa opositora)
Un dato que parece anecdótico pero no lo es tanto, ¿conoce el lector qué sectores perciben el 82% móvil y su régimen previsional nunca ha sido alterado?: las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad y los jueces. Con matices, en todos los sistemas provinciales se mantuvo la legislación respecto de los beneficios jubilatorios para el personal policial, penitenciario y los jueces luego de la destrucción del sistema previsional en 1994.
En nuestra provincia –reuniendo algunos requisitos – el personal policial obtiene su retiro con el 100% de la remuneración total del cargo en actividad. De más está decir que la relación activo pasivo está absolutamente invertida, es decir, hay más retirados que activos aportantes.
Esta referencia curiosa nos remite a inferir la matriz represiva del modelo neoliberal que al tiempo que provocaba la mayor transferencia histórica de recursos de los trabajadores hacia el capital concentrado, mantuvo las fuerzas policiales – y jueces – a salvo y en condiciones de aplastar la resistencia popular.
La alusión señalada nos permite introducirnos en el debate político de la seguridad social. Es así como hoy tenemos a defensores acérrimos del paradigma concentrador planteando la recomposición de los haberes jubilatorios como si aquí no hubiese pasado nada en los últimos 30 años.
No es posible – y lo reiteramos hasta el cansancio – sostener un sistema previsional universal y solidario sin reformular las políticas de empleo y aún las políticas tributarias. Hay que poner el caballo por delante del carro: más trabajadores registrados aportantes con miras al pleno empleo, evitar la evasión previsional y marchar hacia un régimen tributario progresivo constituyen las premisas mínimas (diría el Nano) para reconstruir un régimen previsional que otorgue jubilaciones y pensiones dignas.
Revertir el proceso implica enfrentar al poder real, a ese mismo que impidió las retenciones móviles a las exportaciones de granos, ese mismo que resiste la ley de democratización de medios; el mismo que se expresa políticamente en esa caterva informe denominada “oposición”. Esos mismos “opositores” fueron los que tildaron de “saqueo al dinero de los jubilados” la transferencia de los fondos apropiados por las AFJP al Estado Nacional (Carrió).
Y para concluir volvemos al principio. La trampa opositora consiste en ganar la agenda a un gobierno que ha dado muestras de instalar temas con una fuerza política inédita, recuperando una reivindicación histórica de los jubilados. Pero al mismo tiempo pretenden desfinanciar la ANSeS y continuar transfiriendo recursos de los trabajadores hacia el poder económico. ¡Mienten!
Río de Palabras, 15 – 08 – 10
No hay comentarios :
Publicar un comentario