domingo, 26 de septiembre de 2010

La antorcha de la verdad

Sergio Peralta

Para mí es un misterio quién fue el autor de la frase nadie resiste un archivo, incluida la acepción que dice que ningún político resiste un archivo. Modestamente le sumaría que tampoco se resiste un archivo de fotografías. Si no tiene que colocar en su buscador de internet preferido el nombre de “Lilita Carrió” y esperar que nos arroje los 56900 resultados que, con ese indicador de búsqueda, aparecen.

Sus imágenes van desde grotescas caricaturas a la famosa imagen que la muestra sumergida – en qué es una pregunta que no me he querido hacer – mirando a un tierno patito flotar. Sus estilos han mutado; de la mística figura de una predicadora con su cabello llovido, túnica y un inmenso y omnipresente crucifijo como única “joya” colgando de su grueso cuello, a la sofisticada figura guiñadora que hoy se pasea por los medios.

Lo que asombra de esta rara figura de la política es su desparpajo al hablar. Se puede entender que los mal llamados periodistas independientes y que responden a las órdenes de sus empleadores, muchas, demasiadas veces, mientan o deformen la información. Responden, como dije, a intereses ajenos y que por costumbre, omisión o peculado hacen suyos; nadie los interpela, nadie los querella, nadie les pide que rectifiquen o ratifiquen. ¡Y hablan de libertad de expresión!

Pero que un diputado nacional, que ha sido elegido por el pueblo para que lo represente en el Parlamento, use sus fueros para mentir debe ser punible. Si no deberían pedirle que diga, por ejemplo, en donde están las armas que, según sus dichos en una entrevista televisiva cedida a principio de este año, estaban escondidas y prestas a salir al recibir la orden de Néstor Kirchner.

Nuevamente hay que buscar en los archivos, y no mucho, para encontrar muchas afirmaciones de este tipo, lastradas de odio visceral más que de oposición intelectual.

Por último y hablando de oposición, me permito una comparación entre dos mujeres de la política argentina de hoy usando dos noticias frescas. Noticias Argentinas difunde una nota en donde textualmente Elisa Carrió dice: "Si después de ser Juana de Arco la sociedad quiere que sea Presidenta, lo seré, y si no estaré en el mar tan chocha como estoy ahora"; en otro párrafo dice: "Yo todavía no sé, yo perdí la pasión, ya no tengo más hormonas porque estoy grande, pero lo voy a decidir en marzo, en una de esas me vuelve la pasión" declaraciones estas hechas en Rosario.

Del otro lado una sola muestra; los traductores oficiales de la ONU, estaban desorientados debido a que el 24 de setiembre y al pedir el discurso que la presidenta de los argentinos iba a dar a la Asamblea y así traducirlo a los distintos idiomas que en el recinto se hablan, este no estaba, puesto que Cristina Fernández no utiliza papeles para hablar, lo hace y de manera extensa, solo usando su memoria y conocimiento sobre el o los temas que va a tratar. Las comparaciones a veces son molestas; otras, reconfortan y otras sirven para poder establecer un parámetro.

Como ocurre muchas veces con sus dichos Carrió ha sido críptica al emitir sus opiniones; en este caso su comparación con Juana de Arco es curiosa, salvo que de manera profética esté anunciando su próximo paso: quemarse a lo bonzo para protestar.

* Los Barriales

La Quinta Pata, 26 – 09 – 10

La Quinta Pata

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