Juan Pablo Rojas
La apertura de los juicios por delitos de lesa humanidad es la señal de un salto sobresaliente en el afán por recuperar la memoria, la verdad y la justicia. Este avance es obra de la lucha ininterrumpida de los organismos de derechos humanos que durante todos estos años no han cedido ni un centímetro para que nuestro pueblo se reencuentre con su historia.
Esa procesión incansable tiene su florecimiento en sectores que hasta hace poco no se permitían pensar de otra manera que no fuera la que se les impuso. La voluntad política acompañó este proceso de reconstrucción o, quizá, el resultado de esa marcha. Lo cierto es que hoy en Mendoza el empeño se transformó en lucha popular y rebrota en las nuevas generaciones, no ya como una historia del pasado sino como una causa del presente.
Sin embargo, ese proceso es lento y aún hay ámbitos donde la intolerancia reverdece. El diario MDZ, publicó por estos días una nota cuyo título es “Nunca más: los Kirchner aumentaron las listas del informe”. La pieza habla de una “manipulación del pasado” para incluir en la lista de las víctimas del terrorismo de Estado a personas muertas antes de 1976 entre los cuales se encuentran integrantes de la agrupación Montoneros. El autor, explica, se basa en el análisis de Ceferino Reato, editor del diario Perfil.
Lamentablemente hay espacios compuestos por jóvenes donde se toma como referencia a uno de los autores preferidos de la derecha procesista. Esta derecha intolerante, que expresa muy bien Joaquín Morales Solá, explica la historia a partir de la “teoría del empate” para la cual se deberían juzgar como delitos de lesa humanidad los crímenes cometidos por la guerrilla. Esta interpretación intenta igualar las torturas, los secuestros, las desapariciones ejecutadas por militares y civiles con las reacciones que brotaron por la violencia instaurada desde arriba. Ese relato denuncia a gritos que este es un gobierno de montoneros, que viene con actitud revanchista, y con esa explicación infame intenta blanquear los horrores de la dictadura. La nota del periódico mendocino no se corre ni un ápice de esa línea.
Reato, en su libro “Operación Traviata” (mal citado por el periodista que pone “Operación Primicia”) aclara que “el Terrorismo de la dictadura no se puede equiparar con nada”; sin embargo, el autor de la nota de MDZ, se sube en el mismo odio en el cual Morales Solá está montado hace 7 años tratando de lavar el terror y termina siendo más papista que el papa. Será su apuro, su urgencia por la primicia, que lo traiciona en plena escritura o quizá sea porque lo que aprendió de sus maestros lo aprendió porque ya creía en eso antes.
Río de Palabras 29, 09 – 09 – 12
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