Rodrigo Farías
Correa asiste al conflicto. Además de su investidura lleva consigo su cuerpo. Poner los pies en el barro, dicen. Las fuerzas de seguridad lo estaban esperando. Ya le conocían los hábitos y sabían que el presidente era gallardo. Rafael llega y les pregunta qué les pasa, qué es lo que necesitan. Pero la policía no escucha, su naturaleza es recibir órdenes, llevar adelante una acción, ejercer, nunca pensar.
El presidente de los ecuatorianos les intenta explicar la ley pero ellos no saben nada de eso. Intenta hacerlos entrar en razón. Pero ellos, algunos, no estaban allí para escuchar explicaciones, no estaban allí para pensar ni para escuchar argumentos. Están allí para llevar adelante una misión, están recibiendo órdenes. Entonces rodean al presidente constitucional, lo insultan. Todo insulto es doble, agrede a la persona y a las instituciones. Es también un agravio contra cada voto, contra la noción de soberanía, contra la paz de la región, contra la libertad del pueblo ecuatoriano. Luego lo golpean, lo “gasean”, intentan asfixiarlo.
El presidente es llevado al hospital de la policía y allí queda secuestrado. Se producen movimientos de fuerzas golpistas en todo el país que implican a sectores de la fuerza aérea y del ejército liderados y organizados por el opositor del gobierno Lucio Gutiérrez, sin embargo los altos mandos responden por Correa y el orden institucional.
En una conducta de franca cooperación con los golpistas los medios hablan de secuestro, de crisis institucional, nunca de golpe de estado. Otro gesto de amabilidad de los medios privados a favor de las derechas antidemocráticas del continente. Por eso es que el presidente a través de la televisión pública ecuatoriana declara que se trata de golpe de estado. Dice claramente “Golpe de estado” para que no queden dudas, los medios continuarán refiriéndose al hecho como crisis institucional. Esto se proyecta a nivel internacional, la CNN habla de crisis, de secuestro, etc., y ya trabaja en la legitimación del posible nuevo orden. Bienvenida la irrupción de Telesur que alarma y denuncia el intento de golpe. Que, a diferencia de los operadores privados, informa. El ex abogado de Gutiérrez intenta “tomar” la Televisión Nacional de Ecuador, silenciar la única entidad mediática que responde por el orden constitucional. No lo logra. El pueblo se levanta y sale en la defensa de su presidente. En todos los países se producen manifestaciones en contra de los golpistas. La Unasur, dirigida por Néstor Kirchner convoca de inmediato una reunión. Diplomacia y acción organizada de Unasur, frente al menoscabo cómplice de la OEA. Correa logra ser liberado, el orden constitucional está a salvo. Felizmente.
Continuará…
Río de Palabras 31, 07 – 10 – 10
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