Ramón Ábalo
Ya lo hemos dicho: desde hace más de un par de años que los juicios a los genocidas del 76', se vienen realizando en diversas provincias, con algunos fallos ejemplares, como lo fue el año pasado en San Luis, yendo a parar a cárcel común la casi totalidad de los acusados y penados a reclusión perpetua. Lo mismo ha ocurrido en San Rafael: de cuatro acusados, tres estarán recluidos de por vida, y en cárcel común. Eso ocurrió este martes pasado y de inmediato, al otro día, el miércoles, que dieron comienzo los juicios en la ciudad de Mendoza. Ese primer día transcurrió con lecturas de la identidad de los acusados y las acusaciones respectivas. Asimismo, con la identidad de las víctimas y las circunstancias en que lo fueron.
La lógica era esperar que recién al empezar los debates, que tal vez ocurra a partir de este miércoles, en la sala empezaran a resonar las rispideces lógicas. Pero este jueves pasado, al segundo día, que casi en frío todavía la atmósfera, sin embargo hubo un conmovedor remezón en los espíritus. Fue cuando el Ministerio Público por intermedio del fiscal Dante Vega, pidió ampliar la acusación, y de inmediato solicitó que todos ellos fueran detenidos para evitar cualquier riesgo de fuga. Por ello, el Tribunal Oral Nº1 ordenó aceptar la solicitud del Ministerio Público, y de paso cañazo, ordenó que a partir de este momento, los acusados permanezcan bajo arresto domiciliario, con custodia policial, que significa que así será también – la custodia policial – para los traslados y regresos de las jornadas en que se prolongará el juicio.
La composición de este Tribunal Oral, como el de San Rafael, compuesto aquel por los jueces González Macías, Héctor Cortéz y Alejandro Piña, como este también por Cortéz, además de Burad y Nacif, desde el momento de sus nominaciones despertaron la confianza de los familiares, los querellantes y los organismos de derechos humanos. Por ejemplo Burad, que ya había integrado el Tribunal de San Luis, coautor, como decimos, de un fallo ejemplar. Por Cortéz y por González Macías, cuestionados por la mafia judicial en su momento, así que qué mejor recomendación. Y tanto Piña como Nacif, jueces que presentan altos perfiles éticos en sus tareas, reconocidos al interior y al exterior del Juzgado. Siendo una especie de "recién llegado" a la judicatura, el fiscal Dante Vega, su carta de presentación es la actuación en el marco de los juicios en San Rafael, a tono con lo que se esperaba y lo que fue el veredicto final. Y este mirar en profundidad de lo que se trata, de lo que se juzga, de los actores de uno y otro lado, del rol de cada uno en un juicio en el que se juzga, incluso, un pedazo de historia argentina, en que los actores principales son la muerte, el asesinato, la desaparición, la tortura, la persecución. El genocidio, sus autores y sus víctimas. El enjuiciamiento de un pedazo de historia que también fue la depredación y el despojo de la riqueza nacional. El imperialismo yanqui y sus lacayos nativos, el neoliberalismo, el fin de la historia y de las ideologías, Fukuyama, Kissinger, los Busch, la doctrina de la seguridad nacional, Martínez de Hoz, Cavallo, Menem, de la Rúa. A un estado represor desde sus orígenes signo de la esencialidad del sistema que lo fomenta: el capitalismo . No son juicios para incriminar en los códigos y la Constitución a simples fulleros y rateros.
Es a los enemigos del pueblo y de la nación. Y que por ahora no están en el banquillo todos los que son. Por eso, como diría nuestro Che: a los enemigos, ¡¡ni un tantico así!!
La Quinta Pata, 21 – 11 – 10
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