Agustín Sur
(Aguaitando de reojo)
No son solo gruesos peñascazos los que recibe últimamente el gobernador Jaque y sus adláteres en el gobierno. En las últimas semanas el espíritu y el cuerpo de Jaque se reponen de magulladuras que le dejaron sus encontronazos con los adversarios de siempre: el cobismo y en parte, radicales encumbrados, en rencillas entre sí. En este ámbito radicheta, cada vez son más fuertes las tirrias, pero no tanto por identidades en las que hasta hace poco prevalecía lo de cobismo o no cobismo. Para el caso, Cobos ya no pesa tanto en estas internas, lo que dice de un incipiente ocaso en su carrera a la Rosada.
Las figuras más fuertes son las de Biffi, Iglesias y Fayad, aunque este último da la impresión que su ropaje radical es apenas eso, un ropaje medio de fantasía pero raído. A tanto que en la calle Alem, donde está el local del Comité Provincial se escuchan fuertes vituperios al lord mayor de la capital mendocina a partir de que la semana pasada dijo muy fuerte que el único liderazgo en la Argentina era el de la Presidenta, con alabanzas que parecen superar lo meramente ceremonioso. La pregunta que va tomando cuerpo, y mucho, es en qué costado del rescoldo kirchnerista busca cobijarse el Viti. Y la pregunta no es antojadiza, aunque por el momento son solamente decires verbales.
La lilita entorpece
El senador radical y mendocino Ernesto Sanz, presidente del radicalismo se tiró contra la Lilita Carrió y la demonizó afirmando que "nos retrasa y nos quita energías", y la increpa también por aquello que la presidenta de la Coalición Cívica dijo de los radicales, que se había tramado otro "pacto de Olivos”. Como se recordará, así se lo denominó al acuerdo entre Alfonsín y Menem, que resultó en el alejamiento de Alfonsín de la primera magistratura y el paso al frente de lo peor en la política, el riojano Menem.
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