domingo, 16 de enero de 2011

Los predicadores del gran dios de la propiedad privada

Norberto Rossell

¿Es posible argumentar ante el miedo? ¿Es posible argumentar ante el dolor? ¿Es posible argumentar ante necesidades básicas sin satisfacer?

Por supuesto que no. No hay manera de esgrimir razones frente a los sentimientos.

Si hay un momento en que el ser humano se encuentre a merced de las circunstancias, desprotegido y desprevenido, es aquella en la que pone a la vista sus sentimientos más profundos.

Por ello nunca alcanzará la condena para quienes utilizan estos momentos, instrumentando la energía movilizadora de estos sentires para beneficio personal, de sector o corporativo.

Por esto mismo, es importante señalar lo artera y destructiva que, para el conjunto del pueblo, de la comunidad toda, es la acción de aquellos que utilizan el miedo, el dolor y las necesidades, como herramientas políticas de manipulación.

Y cabe señalar – ante burdas objeciones a la que la oposición política al Gobierno Nacional nos tiene acostumbrados: que no incurre en manipulación el Estado, cuando concurre a satisfacer derechos establecidos constitucionalmente o aquellos otros derechos demandados socialmente que se encuentren pendientes de institucionalización. Donde hay una necesidad hay un derecho"

¿Cómo calificar o adjetivar,entonces, a aquellos que nos hablan de "tolerancia cero" - ¿qué querrá decir esto? - que esgrimen la discriminación racial para justificar sus intereses dinerarios, en un lenguaje y desde un ideario propio de los pensamientos más retrógrados y retorcidos, que además utilizan a aquellos a los que degradan, para provocar y recrear escenarios similares a otros en los que ellos mismos fueron los artífices del desastre?, como hemos vivido en 2001.
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¿Cómo calificar a estos aspirantes a miembros de un Ku Klux Klan vernáculo y de cuarta que, al igual que esta organización fruto de la cultura imperial de los EEUU de los 60/70, promueve la supremacía de los blancos, la homofobia, el antisemitismo y otros berretines de "niños bien" asustados ante los reclamos de los excluidos y necesitados?

Dejemos a los sociólogos y psicólogos la tarea de buscar un término que defina estas conductas - tanto individuales como sociales - de total extrañamiento de todo valor y razón humanitaria.

Es de mayor imperio interpelar a los conciudadanos - de todos los estratos sociales - en los que se viene sembrando el miedo y la incertidumbre, en los que se promueve la idea de un nosotros los buenos y un ellos los malos; diferenciación en la que las características de cada una de estas clases - vestimenta, color de piel, medio de movilidad, domicilio, etc. - las definen unos pocos con la ayuda de los medios de comunicación.

Es más adecuado, ya no, mencionar datos y cifras objetivas que pueden encontrarse fácilmente - si uno quiere y busca en otros lados que no sean los multimedios que ya conocemos - sino convocar a pensar en los interrogantes de fondo.

Tolerancia cero: ¿Significará algo así como la dictadura de los jueces (que todos sabemos se designan a dedo por el gobierno de turno) sin derechos ni leyes que protejan la legítima defensa y amparen de los procedimientos, como mínimo inexpertos - aun cuando a veces interesados - de las fuerzas policiales?

Mano dura: ¿Significará que la policía puede darte un palo o pegarte un tiro a partir del solo juicio de quien porta el arma que está mal pago, mal instruido y mal conducido?

Ocupación del espacio público: ¿Significará que cuando un grupo de personas se reúna para ejercer el derecho constitucional a peticionar, por ejemplo: por agua, por recolección de residuos, por salarios, por el medio ambiente, por vivienda, etc. etc., puede ser desalojado a los palos y a los tiros?

Servicio militar obligatorio: Los que lo proponen ¿Estarán pensando en sus hijos o en los nuestros?

Control de la Inmigración: ¿Significará esto que los compatriotas jujeños, salteños, formoseños, chaqueños, misioneros, correntinos, y todos los que alguna vez recalamos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en los centros urbanos de Mendoza, Córdoba, Santa Fe o Buenos Aires, no somos argentinos?

Control de la Inmigración: ¿Significará que los compatriotas latinoamericanos que vienen a hacer los laburos duros que nosotros no queremos hacer no tienen derechos civiles y políticos?

Podríamos seguir, pero por último:
¿Será que por fin el derecho a la propiedad privada se ha convertido - como querían los filósofos del liberalismo hace más de 200 años - en el gran y único dios de toda la humanidad, a partir del cual se juzga y categoriza todo lo bueno y todo lo malo, y más allá del cual no hay otra valoración posible?

* norberto.rossell@gmail.com

La Quinta Pata, 16 – 01 – 11

La Quinta Pata

1 comentario :

Ida & Vuelta Medios dijo...

ESTIMADO : HEMOS PUBLICADO ESTE TRABAJO TUYO EN NUESTRO ESPACIO, OBVIO RESPETANDO LAS FUENTES, Y DESDE YA MUY AGRADECIDOS POR DEJARNOS COMPARTIR.

FRATERNALMENTE

PEDRO VALCI
REDACCION

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