Cuatro títulos para decidir un voto

Alejandro Frias

A pocos días de las elecciones generales, cuando ya todos dan por ganadora a Cristina Fernández de Kirchner, repasamos un cuarteto de reciente aparición sobre los K.

La cuestión está por decidirse, aunque ya pareciera que hasta los otros candidatos han tirado la toalla a favor de la reelección de Cristina Fernández de Kirchner. Todas las encuestas la dan por ganadora en primera vuelta. Desde atrás, algunos presidenciables suben un par de puntos, otros los bajan, algunos ya se asumieron muertos políticos y otros se envalentonan con la distante posibilidad de un balotaje.

Este panorama se completa con la guerra de los medios y en los medios, y la cosa se inclina hacia la ansiada y buscada estructura impulsada desde el oficialismo, que se esfuerza por polarizar a la Argentina en dos extremos: el oficialismo y la oposición, y el que no está en uno está en la otra, y así es como todos quedamos bajo la rotulación de amigo o enemigo.

Claro que esta dualidad es reduccionista. Sin embargo, resulta.

Cuatro libros han aparecido en estos últimos meses en los que los K son protagonistas, dos de ellos de tinte oficialista y dos de tinta no oficialista (descartemos el concepto de oposición, por favor).

Los dos primeros son El Flaco, de José Pablo Feinmann, y La presidenta, de Sandra Russo, y el otro dúo está compuesto por Él y ella, de Luis Majul, y El mal, de Miguel Bonasso.

Repasemos cada uno de ellos, todos de lectura necesaria, se sea oficialista o no oficialista, porque, entre tanto bombardeo mediático, pueden contribuir a decidir el voto o, en todo caso, modificarlo.

Uno por uno
Dejemos en claro lo más necesario: José Pablo Feinmann es un genio. Conoce al dedillo las necesidades de un mensaje para que sea atractivo y, fundamentalmente, convenza. Y en El Flaco pone toda su capacidad (es un filósofo de primera y un escritor de pluma exquisita, para mostrar a un Néstor Kirchner que es casi un mito. Con la maestría que le conocemos, va construyendo, a partir de diálogos que mantuvo con Kirchner, un relato que comienza con su aproximación al matrimonio presidencial. Considerado durante un tiempo como el filósofo del modelo, Feinmann va mostrando (y reconstruyendo) a un tipo simple que llegó a la presidencia con la idea de cambiarlo todo. Nos pone frente a un Kirchner popular, común, pero con la capacidad de tomar el poder, un animal político que, según el autor, viene a romper con la forma tradicional de la política, para lo que recurre a esos modelos para arrebatar la conducción del país a una anquilosada y ya antigua conducción. Feinmann deja a Kirchner como el gran salvador de la Argentina, y para eso recurre al intento de construcción de un mito. Y lo logra.

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La presidenta, de Sandra Russo, fue elaborado a partir de entrevistas que la periodista realizó con Cristina Fernández, por lo que la voz (y el mensaje) de este libro es más directo que el de Feinmann. En La presidenta, Russo pone todo su oficio para mostrar lo más profundo de la primera mujer que llegó a la presidencia argentina a través del voto, reforzando imagen de una persona sólida en sus pensamientos y en su hacer. Por supuesto, la muerte de Kirchner tiene su espacio, así como la relación con los poderes que se oponen a la gestión desde 2003, contra los que la mandataria arroja sus dardos, incluyendo como blanco a algunos de los que formaron parte de su gestión, lo que levanta polvaredas, pero tampoco tantas. Russo la muestra, fundamentalmente, como mujer, con lo que la imagen de poder es aún más fuerte.



Luis Majul ha sido, desde siempre, un contrario a las gobiernos de Néstor y Cristina, y en Él y Ella recorre y desarrolla varios temas que han sido polémicos, entre los que va intentando desentrañar la trama de un poder que se construye, contra lo que propone Feinmann, mediante métodos tradicionales, es decir, negociados, tráfico de influencias, zonas de oscuridad. El trabajo se explaya sobre varios temas, pero sufre de un gran defecto: los textos parecen que están más elaborados a partir de una lógica del chisme que de la investigación. A esto se agrega que a lo largo del libro aparecen datos triviales que nada aportan a las figuras en cuestión o a las que se van incorporando, lo que le quita credibilidad a la investigación y, en definitiva, a las denuncias que Majul realiza.




Por último, el libro de más reciente aparición es El Mal, de Miguel Bonasso, calificado como traidor por los kirchneristas, debido a que en un primer momento estuvo de su lado y luego optó por irse. En El mal, Bonasso puno el acento en las denuncias sobre lo que denomina “la entrega del patrimonio nacional, ofreciendo un detalle de reuniones entre los mandatarios chileno y argentino para favorecer la explotación minera de parte de la Barrick Gold. La investigación de Bonasso abarca temas como el de la ley de glaciares vetada por la presidenta, muertes dudosas en la montaña y la proximidad entre el gobierno nacional y el de San Juan. La solidez de esta investigación pone en el ojo de la tormenta los posibles negocios personales de políticos y empresarios internacionales, e incluso de ex represores. El de Bonasso puede ser, sin dudas, uno de los libros más fuertes contra los Kirchner, a cuyos gobiernos llegó a comparar con los de Menem en varias entrevistas.


Lo más probable es que no alcance, en el tiempo que falta para las elecciones, a leer los cuatro libros, pero es recomendable tomar alguno de ellos, preferentemente uno de los que esté en la vereda opuesta a su pensamiento, en un ejercicio válido para generar un debate serio, en el que no haya sólo blancos y negros, y la elección no termine siendo, como se pretende por ahí, un plebiscito.

La Quinta Pata, 16 – 10 – 11

La Quinta Pata