Alfredo Saavedra
Recientemente el científico Stephen Hawking urgió a los habitantes de la tierra para que busquen otro planeta para habitarlo, ante su anterior predicción de que el globo terráqueo será inhabitable en menos de mil años debido al progresivo deterioro que sufre y que hace inevitable su rápida destrucción.
Aunque esa interpretación del sabio, confinado a una silla de ruedas pero solo comparado en términos de conocimiento con el físico, matemático, astrónomo y filósofo del siglo XVI Isaac Newton, parece una utopía imposible de materializar, con los avances de la ciencia y los descubrimientos recientes de planetas semejantes a la Tierra, abre insospechadas posibilidades para la salvación de la especie humana.
También podría ser que la especulación de Hawking tenga que ver con la permanente idea de inmortalidad del ser humano basada tradiciones y de forma básica en los dogmas de casi todas las religiones. Pero este hombre de ciencia, tullido desde su juventud por efecto de la enfermedad de Gehring, ha declarado en más de una oportunidad su condición de librepensador separado de los credos prevalecientes por lo que sus observaciones no tienen nada que ver con las propuestas teológicas.
Como se sabe, en fecha reciente han sido descubiertos en el espacio exterior planetas que los investigadores afirman tener condiciones atmosféricas similares a las de la Tierra, lo cual hace pensar sobre la posibilidad de que estén o sean posibles de habitar. En ese sentido, la publicación Nature , especializada en el tópico, divulgó hace dos meses un estudio en el que se sostiene que la Vía Láctea da albergue a millones de planetas que pueden sostener formas de vida.
En ese estudio, acreditado al astrofísico Graae Jorgensen, del instituto Niels Bohr, de Copenhagen, el autor se pregunta si los planetas parecidos a la Tierra son la norma o más bien la excepción. Ahora, por primera vez tenemos estadísticas consistentes con la idea de la existencia de otros lugares habitables en el universo , señala el científico.
El problema es cómo llegar a esos planetas si las distancias son prácticamente inalcanzables. Un informe dice que el recién descubierto planeta Kepler, de condiciones climáticas semejantes a las de la Tierra, se encuentra a billones de billones de millas de distancia de nuestro planeta por lo que hasta en la nave más veloz posible se requeriría de miles de años para alcanzarlo. Sin embargo se cree que con los avances de la investigación científica se logrará vencer ese obstáculo y hay quienes aventuran que serán descubiertas otras dimensiones de movimiento que harán posible lo que hoy parece imposible.
Lo alarmante es el presagio del sabio Hawking de que el globo terráqueo sucumbirá en mil años, lo cual comparado con lo que la ciencia sostiene en cuanto a la edad del globo cuantificada en millones de años, parece sumamente poco. Tal vez, en lugar de aceptar como acertada la teoría del astrónomo, lo conveniente será que las naciones en un acto de suprema sabiduría buscaran los medios de salvar el planeta para el salvamento de la humanidad.
La Quinta Pata, 04 – 03 – 12
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