domingo, 25 de noviembre de 2012

Dos posturas acerca de la inflación

Eliana Gabay

He tratado de sintetizar las posiciones y políticas que se pueden seguir para combatir la inflación:

1 - Aceptar que la inflación es estructural en países emergentes como Argentina, dice al respecto el economista Mario Rapoport “Nos pasamos la vida hablando contra la inflación, todo gobierno y todo ministro de economía (hoy políticos de la oposición con sus economistas de la city porteña) lo primero que prometen es combatir la inflación. Y, si uno se fija bien, el ataque a la inflación va dirigido al incremento de los costos, o sea al aumento de salarios. Jamás se ha combatido la inflación diciendo que se debe al crecimiento de las ganancias..."

Sigue opinando: “si la inflación es un problema que reconoce múltiples causas, de arraigada tradición en la Argentina, recomendar un remedio sin un análisis detallado es un acto de curanderismo o esconde, en realidad, intereses concretos para los que se apropian de las ganancias”.

El Plan Fénix que reconoce a la inflación como estructural afirma: "Las presiones inflacionarias se deben a problemas de la estructura del sistema económico argentino. Entre ellos: a) el incremento de los precios relativos de alimentos, energía y otros insumos en el mercado mundial, que tiene impacto sobre el nivel de precios internos y se traslada fuertemente al consumo de los sectores más carenciados; b) las deficiencias en la tasa de formación de capital, así como en su asignación; y c) las serias inequidades persistentes en el sistema tributario. Si estas fallas estructurales no se corrigen resulta imposible atenuar el proceso inflacionario, por más “ajustes” que se intenten, debido a la multiplicidad de causas que operan de modo simultáneo".
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Es decir, hay que tener en cuenta el aumento de los precios de ciertos productos básicos a nivel internacional. Según la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (que no es el INDEC que ha perdido credibilidad para muchos), los índices de precios internacionales de alimentos subieron casi 30% entre junio y diciembre de 2010. Esa tendencia continuó en la primera parte de este año hasta marcar el mayor registro desde que la FAO empezó a medir los precios de los alimentos en 1990. Sus registros señalan un aumento del 138% por tonelada en el precio de los alimentos entre 1990 y 2012.

Por eso ante un contexto internacional de alza de precios de materias primas y con un tipo de cambio competitivo cada vez más, la aplicación de retenciones, es una medida eficiente para amortiguar ese impacto externo en los precios, además de contribuir a la redistribución de parte de la renta agraria hacia la industria nacional. También es necesario tener un dólar controlado por el Banco Central, cuya devaluación sea muy regulada y no implique un salto sustantivo, y disminuir las importaciones para no tener una balanza comercial deficitaria que conduciría al endeudamiento externo.

Por otro lado, para combatirla habría, entre otras cosas, que hacer reformas tributarias en las que los que mas tienen paguen más y ¿cómo se lograría esto sin apoyo de la ciudadanía en las urnas y con más 8N donde se juntan Macri y Donda para que el gobierno pelee contra intereses muy fuertes de grupos económicos que inciden en la fijación de precios en la cadena productiva, requiere respaldo popular y ganar batallas contra alguno de esos grupos como Clarín?

2- Postura acerca de la inflación:
Corresponde a la de los profetas de la ortodoxia neoliberal, que reúnen antecedentes suficientes para mostrar que sus propuestas han fracasado al generar la más dramática crisis económica de la historia moderna del país en 2001-2002 cuando estalló la burbuja del 1 a 1 y la convertibilidad. Sin mínima autocrítica, avalados por un coro disciplinado de la cadena nacional de medios hegemónicos que la gente sigue por TV, se presentan como portadores de saberes sobre la inflación. Su diagnóstico, con más o menos énfasis, con más o menos transparencia expositiva, se resume en que los aumentos de precios se deben a la exagerada emisión monetaria, al fuerte crecimiento de la demanda agregada y a los desmedidos aumentos de salarios. Ante ese cuadro de situación, la sugerencia, disfrazada como el camino para mejorar la distribución del ingreso, es un ajuste monetario, fiscal y salarial.

Imaginemos ese escenario y contesten ustedes quiénes pierden y quiénes ganan.

Los que reclaman por la inflación ya tienen argumentos teóricos, posiciones económicas y políticas afines a las mismas para debatir no con los clichés de los medios hegemónicos gráficos y audiovisuales este complejo problema de la economía argentina.

La Quinta Pata

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