domingo, 16 de diciembre de 2012

El funcionario, el escritorio y la realidad. Puchos a 100 pé…

Eduardo Paganini

Una vez más un funcionario abre la boca y opina. Basado en un conjunto de saberes que no resultan contradictorios con su bibliografía, su visión de las cosas y sobre todo con su escritorio. Pero al proyectar como una diapositiva esos dichos sobre la realidad, sus palabras están más cerca de las fotos descoloridas de los viejos tíos que de una presentación en “power point”. Generalmente en Mendolandia así es la distancia entre la belleza de la retórica y la posibilidad de concreción del proyecto de turno.

Una de las personalidades de nuestro orbe político-partidario, prestigioso y prestigiado, serio como radical en interna, prolijo como ganso (1), pero perteneciente a las huestes del amplio espectro semántico denominado peronismo, hace pocos días enunció una sesuda reflexión para disminuir la adicción al tabaco. En el marco de las campañas por la prevención de la salud que desde hace algunos años se vienen desarrollando, tanto en ámbitos nacionales como provinciales, para lograr la desestimación del hábito por fumar, el legislador esbozó una serie de opiniones para intensificar esas acciones. En efecto, estimó oportuno cargar impositivamente con mayor intensidad el precio de los paquetes de cigarrillos, de modo que alcancen una cifra promedio aproximada a los 100$ (desconozco en realidad la exactitud de los precios vigentes al día de hoy ya que soy no fumador militante, pero estimo en que no deben superar generalmente los 10$). Hasta allí las cosas, y como si hubiera sido una jugada de Messi, el enunciante se quedó a esperar el clamor de la tribuna, sus aplausos y vítores. Pero… parece que justo festejó en la hinchada equivocada… Salvo algunos aplausos de los conocidos de siempre, parece que solo recogió rechazos u objeciones. Y como Mendoza no es provincia productora de tabaco es difícil pensar en una reacción programada por intereses económicos… Estamos más próximos a creer que lo que estalló fue el sentido común (del cual por suerte o por desgracia en estos pagos abunda, gracias a dios y la virgen).
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Muchos periodistas sacaron de la siesta o del descanso mañanero al pensador del bienestar pulmonífero menduco y lo acribillaron a preguntas, bien o malintencionadas; en líneas generales apuntaron a la oportunidad emergente de un mercado negro o bien a las posibilidades leguleyas para que la jurisdicción provincial imponga gravámenes en productos de distribución nacional. Pero a nadie se le ocurrió que esta hermosa veta de control social puede multiplicarse en pro de una sociedad buena, sana y limpia, como la que el mismo legislador y cualquier vecino sensible de los barrios de veredas lampaseadas (2) desea, sobre todo para sí mismo.
Bueh, “a nadie se le ocurrió”, no. Porque en realidad a mí sí se me da por el aprovechamiento de esa idea-fuerza y haciendo causa común con el ñato propongo acciones que mejorarán sin duda las relaciones de salubridad social.
Visto lo cual y en función de lo expresado surge que estas conductas antisociales deberán ser multadas con los siguientes valores:

1º. Todo aquel que fume cigarrillos rubios o negros con filtros abonarán un plus de $80 (pesos ochenta) por paquete adquirido. En el caso de compra por cartón se le puede deducir un descuento del 5% aplicable al IVA.

2º. El que fume cigarrillos negros sin filtro o habanitos del tipo “AVANTI” duplicará la suma del gravamen del ítem anterior (=$160), además de cumplir con tareas comunitarias que la reglamentación definirá.

3º. Si la acción de fumar se encuadra dentro de las variantes denominadas “faso”, “porro”, “tuca”, “tutuca”, u otras hierbas aromáticas orientales, las cifras del gravamen triplican lo prescripto en ítem 1º (=$240), independientemente de la cantidad de unidades que constituyan la compra en el caso de que no se provean empaquetados con marbete y sello fiscal. Además se deberá percibir un 10% en carácter de plus para la prevención de ansiedades y sus derivaciones que será abonado por el intermediario, comerciante, distribuidor, delivery o dealer.

4º. En vistas de que la ingesta de tabaco en pipa ha alcanzado una reducida esfera de consumo, y dado que sus cultores resultan ser integrantes de sectores vinculados con viejas familias patricias, o intelectuales admiradores de escuelas estéticas francesas, queda expreso por esta vía que su consumo está libre de exacciones extras, ya que no constituyen contaminaciones del ambiente, habida cuenta de los reducidos y cerrados espacios que ocupan ambos sectores.

5º. Será una expresa excepción del ítem anterior, el caso de las fumadoras mujeres en pipa que abonarán una suma próxima a las cuatro horas de trabajo establecido para domésticas y personal de maestranza, se procederá a la confiscación de los medios y herramientas para esta práctica abyecta y se someterá a la infractora a cursos de modales y buen gusto. Toda conducta y hábito heredado por nuestros aborígenes, como este de la mujer fumadora en pipa, debe ser desaparecido de modo raigal.

6º. Al que no le guste, hágase humo.

(1) En la jerga partidista de Mendoza, se denomina “ganso” al adherente al tradicional Partido Demócrata.
(2) [sic Diccionario RAE]

La Quinta Pata

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