Edgardo Civit Evans posa de prócer en un sitio de internet del barrio UJEMVI. Mi hija Ivana, conocedora de sus antecedentes, publica la foto que se adjunta: el susodicho sonriente con represores.
Respondió tratándola de fundamentalista y haciendo referencia al PC. En verdad está hablando conmigo. Le contesto.
Mi hija Ivana participa en una página internet del Barrio UJEMVI, con algunos jóvenes que fueron niños; como los 3 míos. Y que quieren a su barrio.
Enojada por el autobombo y alguna reivindicación que se hacía de Civit, a quien le conoce la historia porque la padecimos, publicó una foto que en su momento difundí públicamente. En ella aparece sonriente saludando a criminales del ejército, la aeronáutica y a Maresma; durante la dictadura.
Civit respondió. Aunque dice no entrará en el “debate absurdo al que siempre llevan los fundamentalistas y que no va a responder”.
La verdad, es que el destinatario de la nota a través de la cual intenta descalificar a mi hija, endilgándole cuestiones que nada tienen que ver con ella, soy yo. Entre otras cuestiones porque en el ‘76 no había nacido. Y porque nada tuvo que ver con el PC.
De modo que aquí estoy.
Con su conocido estilo de victimarse y mentir, dice que lo echaron del trabajo. Circunstancia que de haber sido así, repudio. Aunque sabido es que su actividad en el consejo Directivo de UJEMVI fue rentada.
En paralelo: inmediatamente después del golpe, el ejército exigió a los dueños de las bodegas del Quiroz, Coquimbito, Maipú, en donde era tesorero, me echaran. Eso ocurrió. A los 6 meses mataron a dos de mis compañeros del Partido Comunista: Antonio García y Héctor Brizuela. Dirigentes gremiales ejemplares de los obreros vitivinícolas de ese departamento. Horas antes del golpe habían asesinado a Susana Bermejillo. Egresada de Filosofía y compañera de militancia en la universidad. El 15 de junio del ‘76 me expulsaron de la UNCuyo. El 30 de junio explotó una segunda bomba en mi casa. Y la saquearon. No dejaron ni los pañales de mi hijo. Y el 9 de agosto me detuvieron y vejaron durante casi dos años. Solo me he referido a algunas de las persecuciones que con mi familia, amigos y compañeros, soportamos durante la dictadura. Centenares sufrieron similar situación. Muchos fueron asesinados. Esta no fue ni por asomo su situación. Mi pecado fue ser militante de izquierda: presidente del centro de estudiantes de la facultad de ciencias políticas de la UNCuyo. Elegido por los votos de mis compañeros. Como de los vecinos en el barrio para la Vecinal. Como del pueblo de Las Heras para el Concejo Deliberante. En todos los casos, secreto y con urnas.
Vamos a su rol. Los servicios de inteligencia intentaron impedir que tuviéramos casa propia. Cuando mi familia, estando yo preso, acudió en busca de orientación a UJEMVI, para no perder la vivienda de la que era pre adjudicatario, la maltrató. Y dijo algo así que estaba preso por subversivo.
Consecuentemente, el 17 de noviembre 1976, (plena dictadura) le escribió al interventor gerente del BHN, Eloy Blanco, pidiendo indicaciones porque yo estaba “a disposición del PEN”. Y “que por razones obvias no concurría a completar la documentación a la entidad”. En otros términos. No actuó con ninguna diligencia hacia nosotros. Y “me mandó al frente”. Consecuentemente, otro hijo de puta, el abogado asesor del banco, Walterio Bergamaschi, el 19 de mayo de 1977 le dice al gerente del BHN “soy de opinión que esta unidad de vivienda, refiriéndose a la mía, debe ser des-adjudicada”. Ya tenían candidatos para la usurpación. Como también en otros casos similares al mío.
Para sus pesares, logré sacar un poder especial de la cárcel de La Plata en el mes de diciembre de 1976 a favor de mi esposa. Y bloqueamos la des-adjudicación.
En mi expediente del banco estaban las actuaciones del SIDE, que luego fueron incineradas para que no quedaran rastros. Sin embargo quedaron. Los tengo a buen recaudo. Esa carta en la que piden instrucciones a quienes me perseguían, me torturaban, nos saqueaban, ponían bombas, despedían de nuestros trabajos, me echaban de la UNCuyo y me confinaban, tiene otras firmas.
Finalmente tuvimos la casa. Y desde que me liberaron y pese a que más de uno nos miraba como bicho raro y discriminaba por subversivos, nos integramos a la comunidad. Me metí en la pelea vecinal durante la dictadura. Entre otros objetivos contra la 1050. Integré la primera comisión fundacional de la lucha con 5 vecinos elegidos por asamblea, que debía trabajar con UJEMVI. Civit se tomó el trabajo de hablar uno por uno para que me aislaran; por obvias razones. Al final de la etapa le fue mal en la partida. Con alguno de sus amigos manejaba el barrio como patrón de estancia. Una comisión democratizó el funcionamiento barrial. No había Unión Vecinal. Resistió su constitución. La fundamos. Existe. Y ha jugado un importante rol.
En el 2002, fui elegido concejal y renuncié a su directiva. Nunca más integré su conducción.
En relación al partido comunista, utiliza falacias. Dice para descalificarme que el PC se reunía con la junta militar mientras él, era citado por un coronel Brond.
El PC tuvo 2500 presos y torturados. 6000 cesanteados del sistema productivo, y expulsados del educativo. Y 200 asesinados y desaparecidos por represores con los que Civit sonreía en actitos a los que es muy afecto. Las fotos quedaron.
Por otra parte reconoce que la dictadura le ofreció ser intendente de Las Heras. Finalmente optaron por Chila vía Lucas Palacios. Otro de sus muy conocidos contertulios, Menem, en cuyo gobierno fue presidente del BHN.
A propósito de Maresma y Rey dice: “pretenden vincular a Monseñor Maresma con la dictadura cuando ayudó a salvar muchas vidas. Esto no tiene nombre. Tuve el honor de ser su amigo y lo guardo en el mejor de los recuerdos….como Cándido Rubiolo y Rafael Rey….”
Nadie vincula a nadie con nadie. La foto los registró. A todos juntitos. Y como para muestra basta un botón:
…todo se agrava en los centros de estudios a nivel universitario y secundario por la difusión y escalada que está teniendo el marxismo… Monseñor Maresma del 03 –04 – 74.
En relación a Rey, capellán del centro de tortura de comunicaciones, en los expedientes judiciales sus contradicciones, desmemoria selectiva y complicidad al menos por omisión, aparece con claridad. En otros términos, daba misa a torturados en ese campo de concentración.
Fui víctima, testigo y querellante en la causa que recientemente se ventiló en los tribunales federales que le adjudicaron a Migno y a Puebla, ambos jefes de ese campo de tortura, 14 y 18 años respectivamente de cárcel por genocidio.
No debemos olvidar.
Sobre todo cuando de la vida y la seguridad de la gente se trata. La vida es sagrada. Y la memoria es fundamental. No solo para los uniformados. También para los civiles cómplices. Para que nunca más.
De otro modo la convivencia se da en el marco de hipocresía que nada tiene que ver con valores morales y éticos.
En un documento público que escribí en el ‘86, me refería a su conducta.
Como aparece posando de prócer y descalificando a mi hija, que ha dicho toda la verdad, me obliga a volver sobre algunos recuerdos.
En su escrito, publicado por Varela Cid, decía; “antes de la lucha contra la subversión muchos argentinos no podíamos salir a la calle”.
Fue su agradecimiento a los amigos de la fotito.
Hoy es crítico de este gobierno con el que nada tengo que ver. Pero como sigue abrevando en las usinas de la extrema derecha, no pierde sus mañas. Es alguno de los que quieren pero no pueden. Hace política desde la no política. Cuando le conviene. Y de lo contrario aparece como peronista, conservador o independiente. Según la ocasión. Posa. Ahora coquetea con Alberto Montbrun y habla en actos del partido socialista y el FAP.
UJEMVI fue una entidad que crearon tres sindicatos. Judiciales, maestros y empleados públicos. Por razones operativas delegaron en otra conducción la construcción del barrio. Algunos de aquellos dirigentes estuvieron presos y fueron perseguidos. En ese contexto Civit presidió UJEMVI.
Siempre estuvimos contentos y agradecidos por tener nuestra casa. Y agradecidos a los 3 sindicatos que la fundaron. De ninguna manera a Civit.
1 comentario :
Adriana Leticia Duarte Alarcón
Estimados La Quinta Pata: Mi nombre es Leticia Duarte y soy responsable de comunicación del Partido Socialista y el Frente Amplio Progresista. En la nota que han publicado el día domingo 9 de junio sale una foto del señor Edgardo Civit Evans con nuestras banderas de fondo. Quiero aclarar que el señor participó como vecino en ese locro (lo armamos para el 25 de mayo) y todos los vecinos y vecinas tuvieron derecho al micrófono. Entiendo el problema del señor Roberto Velez con Evans, pero las banderas nada tiene que ver con eso.
Gracias.
Adriana Leticia Duarte Alarcón
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