Proseguimos espigando informaciones valiosas en la Revista de Estudios Históricos de Mendoza, cuyo acceso ha sido posible por gentileza de la cátedra de Historia Social II de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la U.N.Cuyo. En esta oportunidad nos detendremos en esta versión biográfica de Juan Gualberto Godoy (1793-1864), no sólo uno de los precursores del periodismo en Cuyo sino además de la mismísima literatura gauchesca y de la cultura vinícola.
Eduardo Paganini
Escritor y periodista precursor de la gauchesca
Conrado Céspedes
Varios bocetos y estudios se han escrito sobre la personalidad de este mendocino ilustre, siendo el primero de ellos un artículo necrológico publicado por
El Constitucional , de Mendoza, el 27 de mayo de 1864, ocho días después de su muerte.
Don Domingo de Oro, amigo y admirador de las virtudes de Godoy, escribió a su vez en
El Zonda , de San Juan, una breve pero interesantísima monografía de éste, haciendo resaltar sus méritos y virtudes y la pérdida irreparable que su desaparición significaba para el país.
Casi simultáneamente con dicha publicación el malogrado joven Domingo Faustino Sarmiento (h), insertaba en
El Correo del Domingo , de agosto y septiembre del mismo año, un precioso estudio biográfico sobre el personaje que nos ocupa bajo el título de
Ensayo literario .
Los datos consignados sobre la vida de Godoy en los bocetos escritos más tarde por D. Antonio Zinny y por D. Pedro I. Caraffa en
Hombres notables de Cuyo , han sido tomados del referido estudio.
▼ Leer todoNosotros hemos tenido a la vista todos esos artículos y trabajos literarios al trazar esta breve monografía, tomando principalmente del estudio escrito por Sarmiento los antecedentes e informes que lo instruyen. En algunos puntos seguimos las referencias sobre Godoy extractadas por Zinny.
Don Juan Gualberto Godoy, o mejor dicho D. Juan Godoy a secas, pues el distinguido vate mendocino jamás usó su segundo nombre de pila, nació en esta ciudad el día 12 de julio de 1793, siendo sus padres D. Jacinto Godoy, uno de los mendocinos más expectables y considerado de su época, y Da. Trinidad Villanueva, de ilustre abolengo y perteneciente a una familia patricia.
Aprendió a leer en una escuela de mujeres y a los 7 años de edad, según el bibliógrafo Zinny, le enseñó a escribir D. Alejandro Nazarre, interventor entonces de tabacos en la ciudad de Mendoza y más tarde teniente gobernador de la misma provincia. Estudió la gramática latina en la escuela de los religiosos Belermos, en donde adquirió algunas otras nociones rudimentarias. Su forma de letra vistosa y correcta le valió un puesto a los 12 años de edad en la Tesorería de la Real Hacienda, puesto en que permaneció hasta el año 1809.
Muy pronto se vio obligado a abandonar ese puesto e interrumpir sus estudios por algún tiempo para entregarse al cuidado y administración de la finca de su padre D. Jacinto Godoy por ausencia temporal de éste.
Todos sus apologistas y biógrafos están contestes en considerar a don Juan Gualberto Godoy, como el primero que consiguiera iniciar trabajos tendientes a mejorar la industria vinícola y a obtener vinos por medio de nuevos procedimientos naturales y fáciles. A su empeño y a su perseverancia e iniciativa se debió la creación de la industria vinícola en Mendoza.
Pero las tareas y faenas del campo no le atraían mayormente, pues Godoy profesaba natural inclinación para la literatura, especialmente para la poesía. “Con disposiciones especiales para cultivar las musas, dice Caraffa, puede decirse que a sus propios esfuerzos y a su constancia, debió su caudal de conocimientos. Apasionado por la lectura de versos, en Quevedo, en La Araucana de Ercilla, bebió el espíritu y el carácter de la poesía castellana la cual consiguiera dominar a fondo como un poeta consumado. Godoy fue un vate genial: pocos de sus contemporáneos han habido que se hayan servido tan ventajosamente como él de la poesía para corregir con estrofas admirables, errores administrativos, faltas judiciales y cuanto en su provincia ocurriera de malo o de absurdo. Su palabra fue siempre la primera en lanzar el grito de reproche pero con impulsos generosos de ecuanimidad, de honradez y de justicia”.
El año 1817 Godoy hizo su primer viaje a Buenos Aires de donde regresó luego para proseguir en Mendoza, al lado de su padre, los trabajos agrícolas y comerciales, labores que no le impidieron ejercitar sus inclinaciones literarias y periodísticas.
Fue así que hizo relación con el Dr. Lafinur publicando a invitación de éste y con su valiosa cooperación El verdadero amigo del país , semanario muy importante de ideas liberales bien definidas y que tuvo verdadera aceptación en el público según ya lo hemos visto.
Sus tareas periodísticas fueron interrumpidas por un viaje de carácter comercial que realizó a Chile, permaneciendo allí hasta el año 1824, fecha de su regreso.
Por encargo del gobierno y en asocio de los Dres. D. Juan Agustín Maza y D. Tomás Godoy Cruz, redactó el proyecto relativo a la forma de sistema de gobierno que convenía adoptar para el régimen de la república, y acerca de cuyo punto el Congreso General Constituyente había consultado a las provincias.
En concepto de Zinny, D. Juan Gualberto Godoy se hizo muy luego célebre por sus composiciones poéticas, siendo el primero que haya ensayado en la república el metro de los payadores; pues mucho antes que D. Bartolomé Hidalgo publicara el célebre Diálogo patriótico entre Chano y Contreras , ya el popular poeta mendocino había escrito y hecho imprimir su folleto compuesto en el mismo metro y estilo que el de Hidalgo, y titulado: Confesión histórica en diálogo que hace el Quijote de Cuyo, Francisco Corro, a un anciano que tenía ya noticias de sus aventuras, sentados a la orilla del fuego la noche que corrió hasta el pajonal, lo que escribió a un amigo .
El mismo año 1824 Godoy fundó El Eco de los Andes y dos años más tarde El Iris Argentino y El Huracán . La prédica satírico-burlesca sostenida desde las columnas de este semanario, motivó su alejamiento a Buenos Aires y la expatriación de su colaborador don Francisco Borja Correas a Chile.
Vuelto nuevamente a su provincia, redactó la famosa publicación El Coracero , valiéndole otro alejamiento de Mendoza. Esta vez Godoy se dirigió a Chile, donde se radicó por muchos años. Allí ejerció diferentes cargos públicos, como oficial segundo de la secretaría del gobierno local de Santiago, oficial único de la secretaría de Cabildo, siendo finalmente el año 1842, enviado como oficial o attaché de la legación de Chile en el Perú y donde permaneció cerca de dos años.
Fue además, profesor de caligrafía en la Academia Militar de Chile y maestro de una escuela pública en la Cañadilla, barrio apartado de la ciudad de Santiago.
Durante el año 1847, siendo intendente de Santiago D. José María Egaña, Godoy fue llamado a desempeñar la secretaría, cargo que renunció al año siguiente para recibirse de la dirección de la escuela normal de preceptores, confiándosele en seguida el puesto de visitador general de escuelas.
El año 1853 sus comprovincianos le nombraron diputado al congreso constituyente que funcionó en la ciudad de Santa Fe, honrosa distinción que fue declinada por encontrarse al servicio del gobierno de Chile.
En 1856 volvió a Mendoza, viejo, enfermo y achacoso, lo que no le impidiera seguir prestando sus servicios a la provincia como juez de agua y otros cargos de confianza.
Don Juan Gualberto Godoy falleció en esta provincia en la mañana del 16 de mayo de 1864 a los 71 años de edad. Su muerte significó una gran pérdida para la literatura nacional y particularmente para Mendoza.
Veinticinco años después de su muerte, D. Roberto Berghman dio a la publicidad en un grueso volumen, algunas de las principales producciones poéticas de Godoy, habiéndose omitido insertar muchas de carácter satírico-burlesco, que fue el lado fuerte del distinguido poeta y a cuyo género debió principalmente su celebridad.
Baulero: Eduardo Paganini
Revista de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza , julio de 1936. Tomo III, Nº 9 y 10.
La Quinta Pata
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