domingo, 29 de septiembre de 2013

Isabel Madre: La épica de superar los límites del infierno

Ramón Ábalo

El jueves pasado, en el Centro Cultural Julio Le Parc, se presentó el libro “Madre de Mendoza”, que cuenta la lucha de Isabel Figueroa de De Marinis, madre de Lila, su hija desaparecida por la dictadura genocida. La presentación estuvo a cargo de quien esto escribe, y de Sebastían Moro, amigo periodista. Moro tuvo a su cargo las referencias sobre la estructura del libro y su contenido. El siguiente es el texto de mi participación:

En su afán, decisión y entrega total por Verdad y Justicia, por rescatar de la Memoria los trazos espirituales y físicos de su hija Lila, secuestrada y desaparecida por los genocidas del 76, la Isabel De Marinis superó los límites del cielo y del infierno. Y en la tierra, en este pedazo de Mendoza, más allá del dolor y la bronca, pero sin postergarlos en su cotidianeidad de búsqueda y exigencia. el ama de casa se transformó en la militante por la vida hasta el mismo día en que partió, con el mismo afán de reencuentro con su amada Lila.

En días como hoy nos hubiéramos encontrado con Isabel en una de las centenas movilizaciones y manifestaciones de todo tipo, como hoy lo seguimos haciendo, por justicia ya. Fueron días gélidos de invierno, o tórridos de verano con el sol a pleno en su rostro, siempre con el gesto, la actitud serena y placentera que es posible expresar cuando se ha elaborado la paz interior y no claudicar en la lucha.

Isabel es símbolo y nos representa. Es símbolo mayor de dignidad cívica de la condición humana, esa que no pudieron exterminar las dictaduras genocidas de todos los tiempos, aquí y en el mundo todo. Isabel, representación y símbolo de una épica que es ejemplo universal, e identidad de una porción mayoritaria del pueblo argentino, de la Patria Grande Latinoamericana. Y también revolucionaria. Revolucionaria en sentimiento, conciencia y acción.

Espíritu y materia como la esencialidad de su Lila, de los 30.000 compañeras/compañeros desaparecidos. Este es el legado de Isabel, un legado revolucionario, como lo dice su hijo Hugo en el prólogo del libro que estamos presentando en este acto: "La historia de mi madre es la historia de la representación de lo que le ocurrió a muchas madres que perdieron a sus hijas/hijos en la represión. Una mujer común a la que de pronto se le dio vuelta la vida, y de ser ama de casa, de clase media burguesa, pasa a ser militantes. Fue adquiriendo lo que fue, una verdadera luchadora, completamente consciente de la cuestión ideológica. Con los pocos elementos conceptuales que tenía llegó a ser una fiera como militante".

Madre, compañera, militante y revolucionaria en armonía con esa misma esencialidad de Lila, la que cantó el gran poeta argentino Juan Gelman, que transita la misma épica por su hija desaparecida. Dice Juan Gelman:

(…) “Saltaban de la noche para ir al combate
contra las injusticias insoportables
las verguenzas las humillaciones insoportables
el capitalismo no los dejaba dormir.

Hay un ojo de fuego en mi mesa
sirve un plato de compañeros bellos
están soñando con la gente
siempre soñaron que la gente es más alta que el sol/
siempre soñaron que la gente podía ser más alta que el sol/
están haciendo una cuna para mecer al mundo
para abrigar calores que vendrán
para estrenar un beso sin fondo.”


Isabel, hasta la victoria siempre !!!

La Quinta Pata

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