domingo, 20 de octubre de 2013

¿Qué sabe Ud. de Malargüe?

Eduardo Paganini

Como parte de un proyecto mayor, de índole provincial, este cuadernillo reúne versiones recogidas en escuelas sanrafaelinas, en general. Tan es así que el espacio dedicado a los otros dos departamentos sureños apenas llega a la decena de páginas, en tanto la colección completa alcanza las 150: un interesante caso para los estudiosos de la hegemonía en el orbe cultural.

Aquí publicamos los textos referidos al departamento de Malargüe, que, además de la ‘brevedad’ de atención ya señalada, en su casi totalidad están integrados por visiones ajenas —al mejor estilo de Homero que “cantó lo que no vio”— puesto que esas voces pertenecen a establecimientos de San Rafael. Con relación al valor historiográfico del contenido, ya habíamos tomado posición en su momento al desvincular de la lógica de la documentación histórica al relato de la memoria oral, con la característica de que en este caso varias versiones no pueden eludir su barniz escolar y su consecuente falseamiento de lo probable en aras de la didáctica.

VV.AA., Mi Comunidad Como Museo Viviente, Mendoza, 1992, Ediciones Culturales de Mendoza. Director del Proyecto: Darío Romani

Malargüe es uno de los departamentos que con más leyendas e historias nativas cuenta nuestra provincia. El divisadero de los indios o “casa de piedra” se halla en los cerros cercanos a Malargüe a sólo 40 km hacia el oeste. Está oculta entre montes y gargantas, por lo que no se puede entrar y salir fácilmente del lugar, cuentan que muchos baqueanos se han perdido aún después de haber cruzado varias veces aquella enmarañada vegetación.
Esta casa, por lo que recuerdan muchas personas, es una verdadera reliquia arqueológica, que está relacionada intimamente a los indios que habitaban la región.

Surgió este lugar para vigilar al enemigo cuando se hallaban en la llanura a varias leguas de distancia. Existen varias historias sobre la casa de piedra, pero sólo es un hundimiento que está debajo de una gran roca muy parecida a una gruta.

Tiene más de quince metros de largo y ocho de ancho.

Se han encontrado gran cantidad de huesos de animales, puntas de flechas, carbones y otros elementos, deduciendo que ha sido habitada por indígenas de esta región durante mucho tiempo.

Está dividida por una pared de piedra, asentada con un cemento llamado “cemento indígena” que hasta hoy no se ha podido determinar cuáles son sus elementos.

Dentro de esta cueva no se han encontrado ni dibujos ni signos semejantes a los encontrados en otras cuevas americanas o europeas.

Se hallaron muchos huesos quemados, pedazos de cuero y cráneos de ciertos animales, también se encontró en el interior de la cueva un polvillo que produce estornudos.

Esta enorme bóveda fue agrandada por el hombre.

Es posible que en el extremo derecho al fondo se encuentre la tumba de un cacique.

Cabe destacar la importancia de esta cueva, que por los objetos encontrados en ella, especificados anteriormente, nos da indicio de cómo vivían los indios y es una fuente de información para el nacimiento de Malargüe.

Marcelo Ariel y Ana María Martínez
E.B.T.A. - Real del Padre

Malargüe, allá por el año 1922, era un lugar muy triste y desolado, donde el viento fuerte corría permanentemente. Solamente se escuchaban el ruido de los vientos que azotaban la zona.

Es una región fría que en invierno cubre de blanco sus campos de gran extensión.

Sus pobladores eran gente muy pobre de raza india, propia del lugar, también estaban los blancos que tenían buenos modales y buenos estudios, que eran de alta clase como el capitán, los soldados, etc.

Formaban una villa pacífica. A pocos kilómetros del fuerte y del rancherío se encontraba un lugar muy importante para sus pobladores lo llamaban Las Taperas, donde se encontraba un boliche, lugar de parada para los viajeros que luego del agotador viaje entraban en la antigua casa a tomar sus ginebras, ya que era la única diversión en la zona.

Malargüe tenía como gobernador a Mister Brato [sic] quien en 1885 gobernaba a la Villa, por ese entonces mucha gente desaparecía.

En 1890, el mando fue tomado por Rufino Ortega. Por ese tiempo, Malargüe, seguía siendo un lugar muy pobre con sus ranchitos de barro y paja, junto al fuerte que era la cabecera de la villa.

No muy lejos del lugar se encontraba el fortín.

Hoy Malargüe se ha convertido en un departamento brillante, de gran esplendor que se muestra progresista con sus grandes riquezas.

Mario Jorge Cona y Cristian Fernández
Esc. Antonio Di Benedetto, Rama Caída


Entrevista a Doña Abelina Paves y Doña Laura Valenzuela

Somos un grupo de jóvenes del Centro de Adultos 3-098, a este Centro asiste gente mayor de edad. Conversábamos con doña Abelina Paves y Laura Valenzuela.

Doña Abelina nos contaba esta historia de su juventud, nos dice que en la mañana muy temprano iban a soltar los animales, cuando llegaba a su casa hacía charque de chivo, queso, mote, ñaco. Copaba el trigo con una ichona, el pasto con guadaña Además nos contó que criaba chivos, ovejas, conejos, patos, pavos, gallinas.

Nos cuenta que la gente de ahora está muy cambiada, doña Laura dice que los niños de antes eran más respetuosos, iban a la iglesia. Antes de acostarse y de comer oraban, daban gracias a Dios por lo que les daba.

Doña Laura nos cuenta que la mercadería la traían de Chile, el café lo hacían de trigo tostado, que con los bueyes trabajaban la tierra, hacían las casas subterráneas o de piedras más altas que hubieran en los cerros y esas casas se llamaban rucas.

Doña Laura nos dice que cuando ella tenía dos años vivía muy contenta porque iba a la Iglesia Católica, la madre y sus hermanos sembraban el trigo para poder mantenerse, después cuando cosechaban el trigo lo trillaban con unos caballos. Le pedía a Dios que le diera vida hasta que sus hermanos fueran grandes. Doña Laura dice que todos los domingos iba a misa, ella y sus hermanos ya que sus padres no conocieron la iglesia. Hacían pañoletas para los bebés.

Cuando a los hombres les tocaba ir a la Sierra, se ponían botas de cuero de vaca, se ataban con tientos y las mujeres y niños plantaban papas, ajos, cebollas, zapallo y llegaba la tarde, tenían que encerrar los animales, los chivos al corral así con los caballos y demás animales.

Así cuentan que la mercadería era muy difícil de conseguir, “cuando íbamos al campo cazábamos liebres, yo, Laura, y mis hermanos carneábamos las liebres y hacíamos riquísimas comidas y el cuero lo dejábamos para después venderlo porque lo compraban mucho, así seguimos hasta que fuimos jóvenes”.

Doña Abelina y doña Laura nos cuentan que cuando niños nunca los mandaron a la escuela por eso ahora que se les presenta esta gran oportunidad de aprender a leer y a escribir no quieren desperdiciarla.

Así termina esta historia muy interesante que nos contaron, que es muy triste y difícil y que han vivido doña Abelina que tiene 76 años y doña Laura que tiene 56, ellas dos viven en el barrio Los Intendentes, que es el barrio donde se encuentra el Centro de Adultos 3-098.

Silvina C. Carrizo, Ariel Márcelo Parada Y Luis Adrián Carrizo
Centro de Adultos Nº 3-098, Malargüe

Los Molles

La Laguna de la Niña Encantada: la tribu del cacique Calihué llevaba muchos años errantes, trasladándose de un lugar a otro para conseguir el alimento necesario.

Un día llegaron a la sierra de Vimay Curi, paisaje de incomparable hermosura, donde había una laguna. Calihué resolvió quedarse allí.

Pero no eligió ese lugar por su hermosura sino porque había agua y abundante caza y sobre todo porque podía construir la aldea.

Calihué ya era viejo pero su valor y astucia no habían disminuido. Y una vez más triunfó cuando atacó a la tribu de Ñaucapán llevándose a su hija la hermosa Elcha.
Calihué no era malo pero la niña lloraba y gemía. En las tardes se iba a la laguna y en las aguas se reflejaba el rostro triste de la indiecita, las ausencias de Elcha se hacían cada vez más prolongadas.

Hasta que un día el cacique esperó en vano su regreso y fue a buscarla a la laguna.

Estaba allí en el cerro convertida en piedra. Reflejando para siempre el rostro triste en a laguna.

Mónica A. Morant, María A. Bordón y Lara Carolina Brizuela
Esc. República de Bolivia, Cañada Seca

Historia del Puente Colorado

En el tiempo de la colonización, los españoles avanzaban destruyendo todas las tribus que encontraban a su paso. Entonces se reunieron todas las pequeñas aldeas, hasta formar un potente grupo indígena que logró destruir gran parte de esos invasores.

Los terribles guerreros les cerraban el camino a los conquistadores, que querían apoderarse de sus sagradas tierras. Las tierras estaban rodeadas por un caudaloso rio. También obtenían todos los años gran cantidad de cosecha que sacaban de sus plantaciones como maíz, mandioca, papa y otras especies.

Criaban animales que tenían doble propósito: corno alimento o bien para sus andanzas.

La tribus estaban bajo el mando de un cacique, que era el más sabio y este tenía un hijo cuyo nombre era “Colorado”, su Dios protector se llamaba Inti (el sol).

A medida que crecía se iba convirtiendo en un robusto y valiente indio, que demostraba cazando fieras salvajes para obtener las pieles y abastecer a su familia.

Él participaba continuamente de todas las luchas, las que eran muy seguidas y abundantes.

Sorpresivamente y de una manera aterradora e impresionante los conquistadores con todas sus armas tomaron prisioneros al pueblo indígena, logrando [capturando] el ya cacique Colorado.

El ideó una manera de salvar la vida de su pueblo, escapando por el gran río que rodeaba aquel lugar, pero este plan falló; cuando regresó ya habían asesinado a todo aquel valeroso pueblo, hombres, mujeres y hasta los niños.

Desesperado decidió enfrentar a los asesinos corriendo hacia el puente que atravesaba aquel río pero allí lo esperaban con poderosas armas para matarlo, lo cual hicieron sin piedad alguna cubriendo el puente de sangre.

Inti, su protector, vengó su muerte dejando sin agua el río, hasta que éstas personas murieron de sed, luego de esto volvieron a brotar aquellas corrientes y en homenaje a este valiente guerrero que intentó salvar a su pueblo le llamó a aquel puente “Puente Colorado”.

Jaquelina Barros, Verónica Moreno y Sonia Massa
Esc. E.B. T.A. Real del Padre

La Quinta Pata

2 comentarios :

Anónimo dijo...

esta historia es apasionant en el año 2002 conoci Malargue, me impacto nstro LIBERTADOR segun un guia turistico paso con su ejrcito con sólo 125 hombres, el camino real de nuestro LIBERTADOR com ienza en ASCOÑINGA esto lo se por gente que conoce la historia y hoy despues de años vuelvo a Malargue .Es algo pendiente

Anónimo dijo...

y pensar que hay gente que viaja fuera de nuestra republica y gasta dolares al cuete, mi tierra Dios la reunido en todos los paisajes del mundo en marzo estoy en Malargue.Cariños a los hnos mendocinos espero comer el chivito a la masa

Publicar un comentario