Encuentro autogestionado de escritores mendocinos

Eduardo Paganini

En la ciudad de Tunuyán el pasado sábado 17 de noviembre se llevó a cabo un “Encuentro Provincial de Escritores” en una jornada completa de intercambio con la asistencia de más de 40 escritores y escritoras de diversos puntos de la Provincia de Mendoza. La autoconvocatoria esta vez estuvo coordinada por el grupo de escritura Learte, colectivo literario que ofició de anfitrión haciendo homenaje a la tradicional hospitalidad valleuquina.

Como réplica de una anterior visita de escritores y escritoras a los pagos de Gral. Alvear, este pasado sábado en el predio de la Casa de Maestro de Tunuyán, sombrándole al rigor de un sol casi veraniego, se llevó a cabo una reunión para la gente amiga de las letras, y esta vez acudieron pobladores de Gral Alvear, Rivadavia, Junín, Tupungato, ciudad capital, además de los que jugaron de locales.

Muchos de los asistentes lo hicieron a título personal y otros como integrantes de grupos de escritura, así marcaron presencia los colectivos Nuevo Amanecer de Gral. Alvear, El Astillero y Palabras Macabras de la ciudad de Mendoza, Tinta Luz de la Escuela Artística de Tupungato, Ale Caterva de Rivadavia.

Como buena reunión filoartística, el evento se integró con lecturas de los textos de los autores y autoras allí presentes, música y canciones (donde obviamente no faltaron tonadas dadas las características de la región huésped), dramatizaciones y, al mejor estilo pantagruélico, un banquete como modesta ofrenda al dios Baco.

El amplio espíritu estético predominante se registró en la amplitud de las cuerdas expresivas exploradas por los diversos asistentes (desde la clásica copla rimada hasta el vanguardismo más irreverente), como asimismo se observó en sus diferentes estratos etarios (desde los 13 años hasta donde la juventud del espíritu impide mencionar una cifra).

En un verdadero acto de guerrilla poética, por la tarde y en camino a la presentación del libro Viaje del grupo Ale Caterva (Mariana Tarquini, Edmundo Beltrán, Pablo Altare, Pablo Gullo) los hombres y mujeres de letras ocuparon la plaza central de la ciudad y generaron una acción de poesía para todos y todas, ofreciendo sus estéticos productos en la tardecita soleada y dominguera, como último regalo para el pueblo que resignadamente derivaba hacia la derrota del lunes.

La Quinta Pata