domingo, 29 de diciembre de 2013

Conflicto en Lavalle: “Queremos armar el arbolito con nuestras familias”

Trabajadores municipales en conflicto
Fue el clamor casi unánime de los trabajadores que desde principios de diciembre se constituyeron en asamblea en el edificio de Maestranza del municipio lavallino.

Con los bonos en la mano, más de 50 trabajadores se mantenían en estado de vigilia, acompañados por la seccional de ATE Lavalle.

En un ambiente familiar hacia adentro, pero extraño hacia afuera, por la falta de respuesta y de diálogo de las autoridades municipales del departamento, los trabajadores de Maestranza se mantenían firmes en sus reclamos: $2000 de aumento de emergencia y el pase a planta de los contratados, son la base de los reclamos, junto al reescalafonamiento como corresponde.

Tenemos compañeros, que tienen 32 años de antigüedad y pertenecen a la clase más baja, es una vergüenza”, sostuvieron.

Los trabajadores aseguraron a El Despertador, que es el periódico local, que habían tenido la visita del asesor legal del municipio, pero sólo a los efectos de “que despejaran el paso para sacar las movilidades”. Por otra parte, también mencionaron, que el día lunes 11 por la tarde, también fueron el Director de Obras Públicas Julián Gallardo, y el secretario de Obras y Servicios Públicos, Rolando Romera, que sin embargo, se retiraron al poco tiempo de haber llegado, con la “excusa, -según los trabajadores- de que eran los trabajadores los que no querían dialogar”.

Para la secretaria de ATE, María Elena Garro, un aspecto preocupante de la situación es que “vino el fiscal, pero para constatar si habían algún delito”. En ese sentido, recalcó, “los compañeros prácticamente se han convocado ellos”, y “nosotros como gremio no los vamos a dejar solos”, “nos preocupa la actitud del fiscal Panelli, por cuanto pareciera que hay un amedrentamiento para criminalizar la protesta”, y aclaró “los compañeros no están en huelga, están en estado de asamblea y movilización permanente”. Ante la pregunta de El Despertador, de si esto podía incidir en algún tipo de descuento, Garro sostuvo “de ninguna manera, porque los trabajadores están en su lugar de trabajo”.

Por otra parte, los trabajadores, en una ronda con este cronista, sostuvieron “nosotros no queremos estar acá, queremos estar armando el arbolito de navidad con nuestras familias, pero nuestras familias nos han dicho que no podemos aflojar”.

Ante la pregunta de este periodista, acerca de cuáles son las condiciones para levantar la medida, los laborantes dijeron al unísono: “queremos el diálogo, pero ellos no quieren, sólo han utilizado la prepotencia”.

Finalmente, los obreros que ayer se encontraban en Maestranza, agradecieron el apoyo de alguna gente que se acercó o se comunicó con ellos. Fue el caso de un grupo de concejales radicales, encabezados por Víctor Araujo, Víctor Rivera, del FIT, de Raúl Villegas del sindicato de PAMI, entre otros.

En esta primera crónica, traté de reflejar lo que sucedía en Lavalle, a comienzos de un conflicto que tuvo como actores excluyentes a los trabajadores de Maestranza, pero que había comenzado dos semanas antes, cuando el propio sindicato de trabajadores municipales le había reclamado al ejecutivo municipal, un aumento de emergencia de $1500, hasta tanto se reabrieran las paritarias. El sentido de este reclamo, fue, según los miembros de la conducción del SOEM, como una forma de paliar los bajos salarios de los trabajadores municipales. A éste, el sindicato le agregó la devolución de la zona, que había sido congelada en el año 2009, y que luego fuera descongelada, merced a los reclamos de la Federación de Sindicatos Municipales de la provincia. En ese sentido, el ejecutivo municipal y luego de dos reuniones con la entidad sindical, propuso un aumento de $500 no remunerativos (es decir que no goza de los descuentos pertinentes por Obra Social ni jubilación) y la posibilidad de la devolución de la zona. Hasta ahí, un logro del SOEM.

En ese contexto, una asamblea de trabajadores municipales debía refrendar la propuesta del ejecutivo. Sin embargo, el día previo, la dirigencia de ATE y viendo el enojo de parte de muchos trabajadores municipales con el ejecutivo, porque todavía no tenían una respuesta cierta, organizó una asamblea paralela en Maestranza, donde atizando las demandas y las necesidades de los trabajadores, propuso un aumento de $2000, en vez de $1500, y el pase a planta de los contratados, y contratos de locación. Esto fue bien visto por los laborantes, tal vez pensando que se podía obtener más. Así, más de 80 trabajadores de Maestranza, (los encargados de la limpieza, el barrido de las calles, también del plan de Obras Públicas, los choferes), junto a la dirigencia de ATE resolvieron declararse en estado de asamblea permanente no permitiendo la salida de las movilidades del lugar.

Esto trajo un conflicto paralelo, y la agudización del ya existente, teniendo en cuenta, que si bien el departamento ya cuenta con más del 70% de redes de agua potable, hay sitios alejados como San Miguel que carecen de ese servicio y que necesitan del camión de agua para su consumo.
Sin embargo, para ese fin de semana más de la mitad de los trabajadores ya habían dejado Maestranza, ante la declaración de parte de la Subsecretaría de Trabajo, de la ilegalidad de la medida tomada.

Negación del conflicto

Es cierto, en principio, el ejecutivo municipal negó el conflicto, aduciendo que ATE no era representativo del reclamo de los trabajadores, aunque fue el propio ayudante de fiscal, Humberto Panelli, que sostuvo ante este periodista, que los días que había visitado Maestranza, el tanque con agua sí había salido, por lo que todo el conflicto quedaba encuadrado en cuestión netamente laboral. En ese sentido, esa semana terminó con el corte de la ruta 40, y comenzó el lunes 18, con un escrache a la casa del propio intendente. El conflicto así tomaba otros ribetes más confrontativos.

De la asamblea de SOEM a los escraches

La semana del 18 comenzó con la asamblea del SOEM en la explanada de la casa municipal, con más de 200 trabajadores, y que terminó aceptando la propuesta del ejecutivo. ATE, redobló la apuesta, y generó un ambiente de presión, al enterarse del acuerdo, lo que se tradujo en el escrache al intendente Righi, y la tirada de basura a su hogar, en momentos en los cuales no encontraba, pero sí sus hijos. Esto generó opiniones divididas en la población, que se expresó hasta el hartazgo en las redes sociales, y dividió las opiniones. Aunque eran más los que apoyaban la legitimidad del reclamo, pero no les cuadraba la forma. El escrache posterior sería más violento y terminó de inclinar la balanza para el otro lado.

Escrache en la casa de Gustavo Ortiza
Incidentes en el escrache a un funcionario lavallino

Así tituló el periódico local El Despertador, el escrache a la casa particular del asesor legal, y concejal electo por el Frente para la Victoria, Gustavo Ortiz, por parte de la dirigencia de ATE y un grupo mínimo de trabajadores municipales. Sin embargo, esta protesta, se volvió violenta, cuando los trabajadores empezaron a quemar gomas, arbustos y ramas, no en la calle, sino en la vereda de la casa de Ortiz. Ante tamaña demostración de fuerza, la policía sólo se limitó a realizar un cierre de la calle, y observar cómo se producían estos hechos.

Sin embargo, cuando todo parecía terminarse, y la gente de ATE se juntaba y gritaba: “vamos a continuar con los escraches, nos vamos”, apareció un auto, del cual se bajaron, el director de Desarrollo Humano, Edgardo Gonzalez, la jefa de Educación y Cultura, Ana Menconi y el intendente Righi. El primero se puso a discutir con algunos manifestantes, criticando la actitud patoteril, pero fue golpeado por un grupo de gente que se bajaba de una camioneta. Menconi corrió con igual suerte, pero, que comenzó discutiendo, y terminó siendo golpeada por los manifestantes. La cámara del periódico local no fue la excepción, y fue objeto de un golpe por parte de un miembro de ATE provincial, que obligó a la secretaria general del gremio a pedir disculpas a éste cronista y a la productora del periódico que tenía la cámara, al grito de: “perdonen, no les hagan nada, son compañeros, me los llevo porque no los puedo controlar…”

El escrache terminó con el ambiente enrarecido, y es cierto, alguien había tirado gas pimienta, y los manifestantes acusaron al intendente Righi. Él lo negó, y sostuvo que los de Ate “tratan de victimizarse”.

El después

Luego del drama vivido ese día, comenzaron a estallar nuevamente las redes sociales, a partir de lo publicado por El Despertador, que fue el único medio presente. Sin embargo, es bastante raro cómo los medios reflejaron el escrache desvirtuando un hecho totalmente lamentable, como si hubiera sido una pelea entre barras bravas (yo te pegué, porque vos me pegaste, estamos a mano).

La legitimidad del reclamo no cambiaba pero se veía trastocada, y las opiniones del pueblo ya no fueron a tono con la metodología empleada.

¿Se hace o no se hace?

Corría ese viernes a la tarde, y el municipio lanzó una convocatoria para las 22 en la explanada municipal, con el objetivo de realizar una “marcha contra la violencia y por la paz social”, cuestión que fue suspendida a la hora, y se pasó al otro día a las 10,30. Durante la mañana del 21 de diciembre, la concentración se volvió a suspender, pero un grupo importante de vecinos, cerca de 100 se congregaron en la explanada para pedir por la “paz social”.

Entre tanto, ya habían algunas conversaciones para pensar en una mesa de diálogo, pero que esta vez tuvo como protagonistas al gobierno de la provincia. Así, el lunes 23 de diciembre, un día antes de navidad, la mesa se sentó en el tercer piso de la casa de gobierno provincial, en la que estuvieron presentes, Oscar Hernández, secretario general del SOEM, Raquel Blas, secretaria general de ATE, la comuna lavallina y el gobierno de la provincia. La situación no cambió, pero por lo menos, la comuna aceptó que había un conflicto laboral y aceptaba sentarse con ATE. Sin embargo, ratificó su acuerdo con el SOEM, de $500 a partir de enero, hasta tanto se llegase a paritarias, esgrimiendo que era uno de los tres municipios mendocinos, junto a Maipú y Las Heras, que habían hechos propuestas de aumento salarial, el pago de la zona congelada. Esto no satisfizo a la gente de ATE, y la negociación entró a un cuarto intermedio para el viernes 27 a la 13 en el mismo lugar.

Movilización y concentración

El viernes por la mañana, el ejecutivo municipal ya recuperando la iniciativa, llamó a una concentración en la explanada municipal, a todos los vecinos y empleados que quisieran acompañar un petitorio para poner fin a los cortes, la toma y los escraches que venían siendo moneda corriente y que oscurecieron la semana previa a la navidad.

Más de 600 personas se juntaron en el transcurso de un acto austero, que contó con la presencia en su mayoría, de trabajadores municipales, militantes partidarios, vecinos de la zona, comerciantes y organizaciones sociales como la Tupac Amaru.

Sin embargo, en el ambiente sobrevolaba el fantasma de Sebastián Brizuela, y Nicolás Del Caño que habían pasado la navidad en Maestranza. Es decir, el PJ de Ciurca y la izquierda del FIT, (o por lo menos esas eran las lecturas).

El intendente a modo de autocrítica sostuvo “es cierto, los sueldos son bajos, pero nosotros hemos hecho un esfuerzo ante el pedido del SOEM, y hemos arreglado el aumento y los retroactivos por zona, pero también es cierto que si nosotros queremos dar un aumento de $2000, en abril del año que viene tenemos que retrotraer todo atrás, porque nos quedamos sin presupuesto” y añadió “debemos ser responsables y gobernar para los 38000 habitantes del departamento”, lo que despertó el aplauso de los presentes.

A su vez, partidos de ultraizquierda enrolados en el FIT, se convocaron para acompañar la movida de ATE y presionar en la propia casa de gobierno a las autoridades locales. En ese sentido, tampoco se llegó a un acuerdo, pero el ejecutivo dio un nuevo giro al aceptar el pase a planta de los contratados, cuestión que parecía viable, pero que tampoco fue del agrado de ATE, por el tipo de cronograma que ofrecía el ejecutivo municipal.

Nueva reunión e incertidumbre

El lunes 30 de diciembre será la última reunión del año, donde se podrá ver si se destraba el conflicto o si se profundiza. Todos hace cuentas… y lecturas. Lecturas políticas fundamentalmente, cómo que quien está detrás de todo esto? Pero esto está en el terreno de las especulaciones, y el mugrerío político, como le dicen en Lavalle a la rosca. Pero eso, es materia de otra nota.

Publicado en periódico El Despertador, del 11 diciembre, 2013

La Quinta Pata

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