domingo, 18 de mayo de 2014

El corazón de la cebolla

Carlos Almenara

Como las sucesivas pieles de una cebolla, las caras circulan y pasan, una atrás de otra. El corazón es inmutable.

Porque lo que se ve es una periodista haciendo una pregunta hostil a la presidenta, lo que se ve es que “casualmente” mandan un movilero a filmar el domicilio de Víctor Hugo Morales, haciendo pública su dirección y obligándolo a mudarse, lo que se ve es un cronista persiguiendo al director de la AFIP durante sus vacaciones particulares del 31 de diciembre en Brasil, lo que se ve es un connotado periodista imprecando a la presidenta por la pantalla, lo que se ve es el show del fuck you del gordito puteador; lo que no te muestran es que todas estas máscaras responden al mismo guión, que detrás de todos estos hechos aparecen los mismos personajes e intereses.

El gran problema de este tiempo, el sistemático ataque a la población y a la democracia por parte del grupo Clarín.

Sí ya lo escuchaste, pero sigue siendo el gran problema. Porque, ¿sabés? Podemos hablar de otras cosas pero cada punto que toquemos viene envenenado por los significados, por los sentidos que construyeron estos tipos.

Fijate, la mejor genealogía del periodismo de investigación argentino, una historia que tuvo mucho que ver con develar una realidad silenciada por el poder, Walsh por ejemplo, se convierte en su exacto reverso: el poder simulando investigación con el fin de debilitar un gobierno y controlar la política. Martillando día y noche por todos sus medios sus mentiras y medias verdades y legitimando la violencia destituyente.

Que lo hayas escuchado no lo soluciona. Es el gran tema, sigue vigente y por lo que se ve, el sistema Clarín puede conseguir éxitos políticos en el corto plazo.

Urge recuperar la militancia por una comunicación democrática y construir la resistencia a estas corporaciones del totalitarismo semiótico.

En tanto, corresponde condenar los métodos mafiosos de Clarín que se describen más arriba, solidarizarnos con los agredidos y alegrarnos que todavía Magnetto, al parecer en este tiempo, no haya apelado a las torturas como sí lo hizo para quedarse con Papel Prensa el año 1977.

Sí lo escuchaste, pero no te equivoques, mientras no cambie lo demás está demás. Y no te canses porque hacés falta en la pelea.

La Quinta Pata

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