Mariú Carrera completó su testimonio revelando indicios sobre el nacimiento en cautiverio del hijo de Adriana Bonoldi-Marcelo Carrera y significó la magnitud del daño ocasionado al hacer desaparecer los cuerpos de las víctimas. Por la tarde, Rosa Gómez, declaró sin público. Asimismo, al iniciarse la audiencia, el Tribunal rechazó un pedido de recusación contra el fiscal Dante Vega y dio lectura a otras dos Resoluciones.
María Rosario Carrera, ofreció más elementos sobre la desaparición de su compañero Rubén Bravo, la de su hermano Marcelo Carrera y de su cuñada Adriana Bonoldi, embarazada, testimonio iniciado en la anterior audiencia.
En un tramo de su declaración relató la información recabada sobre su sobrino, nacido en cautiverio. Relató que el niño debió llegar en junio o julio de 1977; una empleada del Hospital Emilio Civit donde funcionaba la maternidad provincial, recordó que, por esos días, no pudo ingresar a trabajar porque el predio estaba ocupado por Fuerzas de Seguridad. El dato coincide con un comentario reservado que hiciera el médico Evaristo Martin, quien confesó que debió firmar el acta de nacimiento de un varoncito, cuya madre dio a luz rodeada de gente armada. En 1999, por gestiones de Claudia Carloto, consiguió acceder al archivo de la Maternidad, donde vio cientos de libros entre los que se encontraban los de las actas de nacimiento de los años 1976 y 1977; un par de años después, la justicia dispuso allanamiento pero los legajos ya no estaban. Según el Director del Hospital, una inundación destruyó los de esos años. Así se perdió el indicio material sobre la apropiación del niño.
Entre los puntos destacados de su intensa exposición insistió en que, además de reconocer al exoficial de inteligencia del D2, Eduardo Smaha Borzuk, integrando la patota del D2 que secuestró a Ruben Bravo, llegó a sus oídos que su sobrino nacido en cautiverio, fue entregado a una amante de Smaha.
Asimismo, confirmó que realizaban los procedimientos fuerzas conjuntas y ratificó que a su entender, en la Comisaría 7ª funcionaba un Centro de Detención y tortura. Para respaldar su afirmación mencionó a numerosas personas que estuvieron detenidas en forma clandestina en esa Seccional. Al ser preguntada por el rol de la Iglesia, fue severa en sus apreciaciones contra el Obispo Maresma, pero diferenció al sacerdote Pablo Latuf al ponderarlo por sus gestos de acompañamiento.
Al cerrar su declaración, Mariú Carrera, transfirió a los presentes, las vivencias de quienes tienen familiares desaparecidos cuyos restos no han sido restituidos. En respuesta a una pregunta del defensor de Miret, y en tiempo presente, dijo “le llevan lo que uno más quiere y no lo ve más” ni siquiera muerto. Como lo manifestó en el anterior juicio, insistió: “nos robaron la muerte”. Aclaró, además, que junto a otros familiares están removiendo el Cuadro 33 del Cementerio de la Capital, donde pudieron hallar los restos de Sabino Rosales, restituido a su familia años atrás. Estimó que difícilmente pudieran recuperar a todos los desaparecidos y desaparecidas, salvo que los responsables consiguieran “humanizarse” y dijeran cuál fue su destino. La pregunta de ¿dónde están? vuelve una y otra vez en boca de los familiares porque la desaparición de los cuerpos es un agravio continuo que llega hasta el presente.
Abrir camino
En el primer juicio celebrado en la ciudad de Mendoza, Rosa Gómez relató con crudeza, los permanentes ataques sexuales de los que fue objeto durante los 9 meses de su cautiverio en el Departamento 2 de Investigaciones de la policía provincial – D2- . Detenida en junio de 1976, junto a su compañero Ricardo Sánchez Coronel, aún desaparecido, estuvo en contacto con varios secuestrados que actualmente siguen en condición de desaparecidos.
En aquella oportunidad fue convocada por el Tribunal para testimoniar por las detenciones practicadas en junio del ’76 pero su testimonio tomo rumbo propio, derivando en la apertura de una nueva causa que la tiene a ella por víctima. Gracias a su valioso aporte se identificó a varios miembros del D2 que reconoció en el archivo fotográfico y proporcionó el nombre de dos policías que no estaban en las carpetas que le fueron exhibidas. Se trata de Rubén Darío González y Julio Lapaz. Precisamente, la causa iniciada contra estos últimos los señala como responsables de las reiteradas violaciones de las que fue objeto. El imputado Lapaz, se negó a declarar en público; sin embargo, en la etapa de instrucción, afirmó que Rosa Gómez lo denunció motivada por la intención de venganza y pretendió justificar lo dicho con argumentos arteros.
Rosa pidió declarar sin la presencia de los imputados y a puertas cerradas para exponer sobre hechos y dichos que golpean los resquicios de mayor vulnerabilidad de las personas.
Este es el primer caso en que se juzga a los represores por el delito de “violación agravada”, novedad que fue posible desde que se desagregaron los ataques sexuales de los tormentos. En el curso del debate se verán otros acasos de hombres y mujeres que sufrieron idéntica situación.
Al comenzar la audiencia y en respuesta a tres planteos pendientes, el Tribunal Oral Nº 1 dio a conocer las respectivas resoluciones.
A través de la lectura realizada por la Secretaria, Dra. Natalia Suarez, se supo que el TOF dispuso rechazar el pedido de Recusación presentado por el Dr. Ariel Civit contra Dante Vega argumentando “enemistad manifiesta” del Fiscal contra su defendido, el penitenciario Oscar Bianchi. En el escrito se califica de “endebles y oportunistas” las consideraciones esgrimidas por Civit. En definitiva, el pedido fue rechazado por extemporáneo pero, además se conocieron los fundamentos del Tribunal, que desmiente que se trate de un caso de enemistad y que la misma sea manifiesta.
En una segunda Resolución, el Tribunal rechazó el pedido de autodefensa presentado por el exjuez Guillermo Max Petra Recabarren; para ello se invocaron los mismos motivos que los utilizados en el caso del exj uez Otilio Romano. Finalmente, el TOF dispuso no admitir un recurso de casación presentado por el Fiscal Dante Vega para la detención del penitenciario Pedro Linares y en relación a los ex jueces, Luis Miret, Guillermo Petra y Rolando Carrizo, quienes están en libertad.
El debate se reinicia el lunes 2 de junio con las declaraciones de Silvia Ontiveros, N Llanos, Fernando Rule y Daniel Rabanal, este último por teleconferencia.
Fuente: http://juiciosmendoza.wordpress.com/
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