domingo, 29 de junio de 2014

Jueces buitre alla y aca, Griesa y Lijo

Ramón Ábalo

El poder buitre tiene sus versiones nativas en los países que dan pelea, como la Argentina, para superar la prepotencia del centro imperialista. Allá el Juez Griesa y su ejército de abogados y bonistas, y acá el juez Lijo, y sus acólitos alcahuetes y buchones del periodismo "independiente" y otros buitres menores. Todos empeñados en borrar del mapa a la Argentina y sus 40 millones de habitantes, a la selección de Messi y el Kun Agüero, del Fideo Di María y, por supuesto, del DT Sabella, zurdo y cristinista.

Allá lejos, en el Norte, arriba del mapa, anoche, el Juez Griesa le dijo a una sala repleta de abogados, de periodistas de todo el planeta, y a los representantes del Estado argentino, "Stand up". Es decir "el pago no se va a realizar", sentenció el juez buitre. Se refería a los 832 millones de dólares que la Argentina depositó en el banco neoyorquino para pagar la cuota correspondiente al corriente mes a los bonistas que aceptaron la oferta de resignar algunos pocos millones de dólares y cobrar lo suficiente. El abogado representante argentino Carmine Boccuzzi, intentó varias veces informar respecto al dinero depositado, sintéticamente para cumplir con lo pactado con el 93 por ciento de los bonistas de la deuda externa. En cambio, los fondos buitre acusaron que el pago realizado para ser efectivo el 30 de junio es "un desacato", y al mismo tiempo pidieron información de los bienes del Estado argentino para ser embargados. Griesa no les dio "pelota", y tampoco embargó lo depositado, resolviendo que el banco devolviera lo depositado por el gobierno argentino, ordenando también que las partes debían entablar y avanzar en negociaciones.

Esta posición de Griesa tira la pelota a jugar por treinta días más a partir del 1 de julio, lo que para los entendidos del mundo es un logro de la Argentina, evitando por el momento lo que era un default eminente, o sea una cesación de pagos que para nada era el propósito argentino. Sin ser un gol -ya que estamos en el mundial del fútbol- hay una aproximación al arco contrario lo que supone la posibilidad de una señal positiva para el futuro inmediato. Argentina no está orsay y ni siquiera busca el triunfo mundialista. Tan sólo un gol. Uno solo.

El juez Lijo la versión buitre en esta argentina cristinista

Se sabía que el juez Lijo está emparentado ideológicamente con los que son adscriptos a la representación local de los fondos buitres. Es decir, simplemente buitres, los bichos que se alimentan de carroña. En sus manos -en la de Ariel Lijo- está una parte del destino del hoy vicepresidente Amado Boudou, acusado de corrupción. En el expediente en manos de Lijo, se acusa, mejor dicho, el dicho juez lo acusa de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. El magistrado consideró probado lo que él mismo había afirmado el llamar al vicepresidente a declaración indagatoria, o sea que Boudou adquirió la litográfica Ciccone a través del fondo The Old Fund. Esto con la participación de Alejandro Vandenbroele y José María Núñez Carmona, los que también son procesados

El vicepresidente de la Nación ya había pedido ser llamado nuevamente a declarar, fundamentalmente para insistir en que la investigación debe orientarse por la llamada "ruta del dinero", en cuyo camino -o tal vez en el comienzo y fin- se va a encontrar al banquero Moneta, muy conocido por los mendocinos por su papel principal en la quiebra, desaparición y pérdida de los bancos Mendoza y Previsión Social, con que el Estado mendocino quedó en cesación de pagos. Fueron casi 1.200 millones de dólares que aún pesan en las arcas provinciales.

Haya cometido o no los deslices por los que se le acusa, Boudou es presa, desde hace años, de los buitres nativos. En los estrados carroñeros han dado con un sensible juez que les tiende una buena mesa.

La Quinta Pata

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